En un regreso triunfal para una de las carreras más icónicas de NASCAR, Kyle Larson reclamó la victoria en el Brickyard 400 de 2024, consolidando su legado en el Indianapolis Motor Speedway (IMS). El campeón de la Copa NASCAR 2021, representando a Hendrick Motorsports, ofreció una actuación estelar en el histórico óvalo y compartió su profunda conexión emocional con la victoria, enfatizando cuánto más significaba en comparación con una posible victoria en un circuito de carretera.
Una Victoria Dura y Luchada en el Óvalo
Larson calificó quinto para el Brickyard 400 pero luchó para llegar a la delantera, superando a los principales contendientes en una emocionante exhibición de estrategia y habilidad. Después de cruzar la meta, Larson celebró en la clásica tradición del Brickyard: besando los ladrillos junto a su familia y equipo.
«Besar los ladrillos con mi familia y equipo después de esa carrera fue algo que nunca olvidaré,» dijo Larson. «Es un momento con el que he soñado, y lograrlo finalmente en el óvalo significa todo.»
La victoria marcó un hito no solo para Larson, sino también para los aficionados que habían clamado durante mucho tiempo por el regreso de la carrera en óvalo después de que NASCAR cambiara brevemente el evento a un formato de circuito de carretera.
«Simplemente Significa Mucho Más»
Cuando se le preguntó cómo se habría sentido acerca de una victoria en el Brickyard en el circuito de carretera, Larson admitió que no habría tenido el mismo peso. Para él, la importancia de ganar en IMS está intrínsecamente ligada al legado del óvalo.
«Nunca he ganado en el circuito de carretera, así que no sé cómo me habría sentido,» reflexionó Larson. «Pero puedo decir con certeza que no habría sido lo mismo que ganar en el óvalo. Simplemente significa mucho más ganar de esta manera.»
Larson añadió que la tradición de besar los ladrillos—una celebración querida que se remonta a la inaugural Brickyard 400 de NASCAR en 1994—se siente ligada a la herencia del óvalo. Confesó que no se habría sentido bien participando en el ritual si hubiera ganado en el circuito de carretera.
«Podría haberme agachado y hacer como si lo hiciera, pero no creo que pudiera haberlo hecho en serio,» admitió. «Deberías tener que ganar en el óvalo para besar los ladrillos. Afortunadamente, NASCAR lo trajo de vuelta.»
El Peso Emocional de la Brickyard 400
Los comentarios de Larson destacan dos temas significativos: el prestigio inigualable de la Brickyard 400 entre los pilotos de NASCAR y el apego emocional que muchos tienen al trazado ovalado. Para Larson, esta carrera tiene más peso que la mayoría, no solo por su significado competitivo, sino también por sus tradiciones profundamente arraigadas.
El regreso de la Brickyard 400 al óvalo fue visto como una victoria tanto para los aficionados como para los pilotos, restaurando el estatus icónico del evento. Las sentidas declaraciones de Larson refuerzan cuánto significa la carrera para aquellos que compiten en IMS, así como para la comunidad más amplia de NASCAR.
Un Legado Cementado
La victoria de Kyle Larson en el Brickyard 400 de 2024 es más que solo otro trofeo—es un momento definitorio en una carrera que ya está llena de reconocimientos. Al conquistar el óvalo y abrazar las tradiciones que hacen sagrado al Indianapolis Motor Speedway, Larson ha grabado su nombre junto a las leyendas de las carreras de coches de serie.
Al reflexionar sobre su logro, Larson dejó claro que esta victoria se destaca: «No fue solo otra carrera. Esta fue el Brickyard 400 en el óvalo, y es algo que atesoraré para siempre.»