Kyle Larson alcanzó un top-5 en Bristol después de un comienzo desafiante en la temporada. El experimentado piloto de Joe Gibbs Racing utilizó sus habilidades para ganar el Food City 500 en el Bristol Motor Speedway, superando a su compañero de equipo. La carrera fue una prueba de gestión de neumáticos, con la combinación de goma Goodyear y resina de la pista causando un desgaste extremo en los neumáticos. Uno de los pocos pilotos en terminar en la vuelta del líder, Larson compartió sus pensamientos sobre el caos en los boxes y la carrera en sí. La describió como una carrera extraña e intrigante, expresando su decepción por la goma no haberse adherido a la pista como se esperaba. Larson espera evitar participar en una carrera así nuevamente.
Kyle Larson expresó preocupación por la acumulación de trozos de goma en la pista a lo largo de la carrera. La pista parecía estar cubierta de desechos similares a algas marinas después de la carrera. Mientras que la NASCAR y la mayoría de los pilotos apreciaron el desgaste de los neumáticos, Goodyear no estaba satisfecho con los trozos de goma. Esta carrera demostró que el desgaste de los neumáticos es una solución para mejorar las carreras en pistas cortas en la NASCAR.
Después de la carrera, Denny Hamlin enfatizó la importancia del desgaste de los neumáticos en su victoria. Como piloto veterano que creció corriendo en pistas cortas, Hamlin estaba familiarizado con la importancia de la gestión de neumáticos. Reconoció la oportunidad de ganar la carrera cuando la gestión de neumáticos se volvió crucial, y tuvo éxito. Hamlin expresó su satisfacción con el estado de las carreras en pistas cortas y la solución rápida proporcionada por los trozos de goma.
En contraste con la perspectiva de Larson, Denny Hamlin no le importó el efecto de los trozos de goma y apreció la mejora en las carreras en pistas cortas. Ambos pilotos tienen puntos válidos, y ahora le corresponde a la NASCAR y a Goodyear tomar la decisión apropiada.