El ex campeón de la Copa NASCAR, Kevin Harvick, ha emitido un llamado contundente para el cambio en el deporte, especialmente en respuesta a los recurrentes problemas de seguridad con los autos de la Next-Gen durante las carreras con placa. Harvick, un veterano experimentado y campeón de la Copa en 2014, ha expresado sus preocupaciones después de una serie de incidentes alarmantes, incluyendo autos volteados en el Michigan International Speedway (MIS) y múltiples choques similares en el Daytona International Speedway.
En un episodio reciente de su podcast, Harvick destacó que las reglas actuales que rigen las carreras con placa, donde los autos están muy cerca y el empujón en grupo es común, están exacerbando los peligros en la pista. Él enfatizó que el organismo rector del deporte necesita reconsiderar estas regulaciones para evitar que estas situaciones peligrosas continúen. Harvick cree que modificar las reglas podría reducir la frecuencia de los choques, haciendo que el deporte sea más seguro para los pilotos mientras se preserva la emoción que los fanáticos esperan de los eventos en superspeedway.
Las preocupaciones de Harvick no se limitan solo a la seguridad; también señaló el impacto financiero significativo que estos choques tienen en los equipos. El costo de reparar o reemplazar autos dañados es inmenso, y los dueños de los equipos están perdiendo millones debido a la naturaleza de alto riesgo de las carreras con placa bajo las reglas actuales. Harvick argumentó que si NASCAR puede encontrar una manera de hacer las carreras más seguras sin sacrificar el valor de entretenimiento, sería beneficioso para todos los involucrados, desde los pilotos y los equipos hasta los fanáticos y el deporte en su conjunto.
Mientras Harvick reconoce que cambiar las reglas no es una tarea sencilla, especialmente dada la complejidad de los autos Next-Gen, insiste en que es un paso necesario. Sugiere que al hacer ajustes al paquete de Superspeedway, NASCAR podría introducir una nueva dinámica a las carreras que no solo reduciría la probabilidad de accidentes peligrosos, sino que también agregaría un nuevo elemento estratégico al deporte.
La discusión iniciada por Harvick llama la atención sobre el debate en curso dentro de NASCAR sobre cómo equilibrar la seguridad con los riesgos inherentes que hacen que el deporte sea emocionante. Con su amplia experiencia y perspectiva, el llamado de Harvick a una revisión de las reglas podría generar una seria consideración entre los funcionarios de NASCAR, lo que podría llevar a cambios significativos en el futuro.