La controvertida decisión de NASCAR de no suspender a Austin Cindric, a pesar de su incidente de golpe con la mano derecha con Ty Dillon en COTA, ha desatado una tormenta de críticas. Entre los disidentes más vocales se encuentra el ex campeón de NASCAR, Kevin Harvick.
Mike Forde de NASCAR defendió la decisión, explicando que el incidente ocurrió en circunstancias únicas, incluyendo un circuito de carretera y velocidades más bajas. Sin embargo, esta explicación no logró calmar la indignación, con muchos haciendo referencia a casos anteriores donde infracciones similares resultaron en suspensiones.
Ty Dillon expresó su expectativa de una suspensión de una carrera, diciendo: «Creo que 50 puntos y $50,000 son probablemente suficientes para hacerle pensar en hacer algo así de nuevo. Esperas que sea suficiente.» Harvick resonó fuertemente con estos sentimientos, avivando aún más la controversia en torno a las decisiones inconsistentes de NASCAR.
La decisión de NASCAR de solo multar a Cindric con $50,000 y descontarle 50 puntos de piloto plantea preguntas sobre su compromiso con el juego limpio. Incidentes pasados, como los que involucraron a Chase Elliott y Bubba Wallace, resultaron en suspensiones por ofensas similares. La inconsistencia en el castigo impuesto a Cindric ha enfurecido a Harvick y a otros interesados.
Harvick denunció la decisión como «horrible» en su podcast Happy Hour. Subrayó la necesidad de reglas claras y precisas, independientemente de la velocidad o el tipo de coche involucrado. Harvick cree firmemente que Cindric debería haber sido suspendido.
Las cosas se complican con la nueva política de exenciones de NASCAR. En el pasado, se otorgaban exenciones a conductores como Chase Elliott, permitiéndoles participar en los playoffs a pesar de incidentes en la pista. Sin embargo, la nueva política limita las exenciones a casos de emergencias familiares o médicas.
Si un piloto se pierde una carrera, perdería todos los puntos de playoffs acumulados durante las 26 carreras de la temporada regular. En el caso de Cindric, una suspensión habría significado perder puntos de playoffs apenas tres carreras en la temporada, asestando un duro golpe a sus esperanzas de playoffs.
Harvick, sin embargo, insiste en que NASCAR podría haber manejado esto mejor. Propuso una acción inmediata durante la carrera para ofensas flagrantes, incluyendo estacionar al conductor infractor e imponer sanciones adicionales si es necesario. Criticó la gestión de NASCAR en la situación, diciendo que se han hecho ver como tontos.
Las preocupaciones sobre la arbitraje de NASCAR no son nuevas. A principios de este año, las banderas de precaución inconsistentes en Daytona desencadenaron una controversia. Los críticos señalan el contraste entre el Duelo 2, donde se mostró una bandera de precaución justo antes de que Erik Jones y Cindric cruzaran la línea de meta, y el Daytona 500, donde no se mostró ninguna bandera de precaución a pesar de un choque de varios autos.
Los precedentes históricos intensifican aún más la crítica de Harvick. Casos como la suspensión de una carrera de Bubba Wallace por golpear a Kyle Larson, y la suspensión de Chase Elliott por enganchar a Denny Hamlin, destacan la inconsistencia en el arbitraje de NASCAR.
Harvick señala que tales discrepancias hacen que parezca que NASCAR está favoreciendo a algunos. Argumenta que reglas claras y consistentes no son difíciles de implementar y eliminarían las sospechas de favoritismo.
A medida que avanza la temporada 2025, queda por ver si NASCAR abordará las crecientes demandas de consistencia en su arbitraje, particularmente de voces respetadas como la de Harvick. Este tema tiene el potencial de definir la credibilidad de NASCAR y su trayectoria futura.