Hace quince años, el mundo de NASCAR fue sacudido por rumores de que el entonces CEO Brian France estaba listo para vender el deporte para comprar un equipo de la NFL. La venta nunca ocurrió, pero la idea de que NASCAR—la máxima institución del automovilismo estadounidense de clase trabajadora—podría ser vendida a intereses corporativos hizo temblar a los aficionados.
Avancemos a 2025, y esos temores están de vuelta con toda su fuerza.
El presidente de NASCAR, Steve Phelps, ha reconocido oficialmente que el deporte está considerando vender una participación accionaria a inversores privados. No dijo directamente que un acuerdo estaba hecho, pero sus comentarios en una reciente entrevista con Sports Business Journal fueron suficientes para encender las alarmas.
“Creo que el capital privado es bueno para nuestro deporte porque traen dinero, traen experiencia y, en muchos casos, traen patrocinadores.”
Para Kenny Wallace, eso es todo lo que necesitaba escuchar. El veterano de NASCAR, personalidad de televisión y favorito de los aficionados no se traga el discurso corporativo. En cambio, está advirtiendo a los aficionados que este podría ser el momento en que NASCAR pierda su alma.
“El presidente de NASCAR no sale a especular. En mi opinión, ya está hecho. Ya tienen a los inversores, y va a suceder.”
¿Está Wallace sobrerreaccionando, o es este el momento en que NASCAR cambia para siempre?
¿Qué está en juego? La identidad de NASCAR vs. la toma de control corporativa
Kenny Wallace no solo está preocupado por quién escribe los cheques—está preocupado por a quién pertenece el deporte.
Durante décadas, NASCAR ha sido un negocio familiar, construido sobre el esfuerzo, sudor y pasión de la familia France. Ha sobrevivido a crisis económicas, cambios en la demografía de los aficionados y competencia masiva de los deportes de motor globales como la Fórmula 1.
Pero vender una participación importante a capital privado? Wallace lo ve como el momento en que NASCAR podría convertirse en solo otro activo corporativo—uno que prioriza las ganancias sobre la pasión y el alcance global sobre las raíces de las carreras americanas.
“Tengo miedo de que vayan a alienar a muchos aficionados,” advirtió Wallace. “NASCAR como lo conocemos… Estoy un poco triste, tengo que decirte.”
¿Su preocupación? Pérdida del alma del deporte de la misma manera en que su ciudad natal de St. Louis perdió Anheuser-Busch.
El Efecto Anheuser-Busch: ¿El Futuro Posible de NASCAR?
Wallace traza un paralelismo desgarrador con lo que ocurrió cuando Anheuser-Busch—la marca de cerveza estadounidense por excelencia—fue vendida a InBev, con sede en Bélgica, en 2008.
La venta no fue solo un cambio de manos de una empresa—fue una comunidad perdiendo una parte de su identidad.
- Se eliminaron empleos.
- La cultura de la empresa cambió.
- La conexión con St. Louis se desvaneció.
Wallace teme que lo mismo pueda sucederle a NASCAR si el capital privado toma el control.
“Está muy claro,” dijo. “Van a globalizarse, y tengo miedo de lo que va a pasar.”
Y seamos realistas—NASCAR ya ha estado experimentando con una presencia más global:
🌍 Expandiéndose a mercados internacionales
🏁 Agregando carreras en circuitos urbanos en ciudades importantes
📺 Enfocándose en contenido digital y de streaming para los fans más jóvenes
Si las firmas de capital privado intervienen, ¿se desviará aún más el enfoque de la base de aficionados tradicional del deporte?
El lado empresarial: ¿Por qué NASCAR está considerando una venta?
NASCAR es un negocio de propiedad privada, controlado por la familia France desde 1948. Pero en los últimos años, el deporte ha enfrentado desafíos:
📉 Declive en las calificaciones de TV
💰 Luchas por patrocinio
⚖️ Una batalla legal sobre la distribución de ingresos con los equipos
Atraer dinero de capital privado podría ayudar a NASCAR a modernizarse y expandirse, al igual que la NFL, la NBA y la MLB han hecho con inversiones externas. Pero, ¿a qué costo?
¿Entenderán los inversores privados la cultura única de NASCAR? ¿O presionarán por cambios que alienen a su base de aficionados principal?
¿Es esto inevitable? Kenny Wallace así lo cree.
Wallace no cree que esto sea solo una idea—piensa que las ruedas ya están en movimiento.
“Ya tienen a los inversores, y va a suceder.”
Y si tiene razón, ¿qué sucede después?
🔴 ¿Empieza NASCAR a parecerse más a la Fórmula 1?
🔵 ¿Habrá cambios aún más radicales en el calendario?
⚪ ¿Los aficionados todavía tienen voz en lo que NASCAR se convierte?
Esto no es solo una decisión financiera—es un momento definitorio para el futuro de NASCAR.
Veredicto Final: ¿Evolución o una Traición?
¿Es este el movimiento que NASCAR necesita para sobrevivir y crecer? ¿O es este el comienzo de la pérdida de identidad del deporte ante los inversores corporativos?
Una cosa es cierta: Si NASCAR vende una participación, el deporte nunca volverá a ser el mismo.
🔥 ¿Qué piensas? ¿Está NASCAR vendiendo su alma, o es este el siguiente paso necesario para el futuro del deporte?