Controversia estalla en la F1 sobre sanciones basadas en la nacionalidad mientras Montoya se pronuncia
El mundo de la Fórmula 1 está en llamas con controversia una vez más, esta vez en torno al tema de las sanciones basadas en la nacionalidad. Juan Pablo Montoya ha reavivado el debate, afirmando que si los roles se hubieran invertido, Max Verstappen habría enfrentado sanciones por sus acciones en la pista.
El reciente Gran Premio de Canadá vio cómo se desarrollaba el drama cuando Lando Norris estuvo involucrado en un incidente, pero fue la maniobra de George Russell la que captó la atención de todos. El piloto de Mercedes frenó repentinamente en una recta, sorprendiendo a Verstappen y permitiéndole adelantar momentáneamente. Verstappen, en respuesta, empujó sus límites e incluso experimentó un ligero bloqueo al intentar recuperar su posición.
Mientras los comisarios de la carrera no intervinieron, Red Bull presentó una protesta contra Russell, citando comportamiento errático y antideportivo. Las acciones del equipo han suscitado preguntas sobre el incidente y potencialmente desviar la atención de Verstappen, quien podría haber enfrentado sanciones por sus acciones en la pista.
Montoya, un ex piloto de F1, ha sido durante mucho tiempo un defensor del trato justo sin importar la nacionalidad. Expresó su creencia de que si Verstappen hubiera realizado la misma maniobra que Russell, el resultado habría sido diferente debido al «pasaporte equivocado» del piloto neerlandés en un entorno de F1 predominantemente británico.
En un comentario mordaz, Montoya declaró: «Las sanciones deberían ser automáticas. Debería haber una sanción correspondiente por una cierta acción.» También destacó un sesgo percibido basado en la nacionalidad, recordando sus propias experiencias de enfrentar sanciones severas durante su carrera como piloto.
La comunidad de la F1 ahora se queda reflexionando si realmente existe una disparidad en cómo se trata a los pilotos según su nacionalidad. A medida que el debate continúa, una cosa es clara: el tema de las sanciones basadas en la nacionalidad está lejos de resolverse en el mundo de alta octanaje de la Fórmula 1.