Después de un año tumultuoso de conflictos internos, Red Bull Racing parece estar entrando en 2025 con una nueva armonía—al menos en la superficie. La relación entre Christian Horner, el director del equipo, y Jos Verstappen, padre del actual campeón mundial de cuatro veces Max Verstappen, aparentemente ha dado un giro hacia lo mejor, si se cree en las imágenes del Red Bull Content Pool.
¿Signos de Paz—o una Clase Magistral de Relaciones Públicas?
Fotografías del Gran Premio de Brasil y del final en Abu Dabi muestran a Jos y Horner sumidos en una conversación profunda, riendo junto a Max y pareciendo a gusto en la compañía del otro. Estas instantáneas sugieren una distensión en la relación una vez explosiva entre las dos figuras. Pero dada su historia tumultuosa, ¿es esta una camaradería genuina, o una jugada maestra de relaciones públicas orquestada para proyectar unidad?
Un Año de Drama Explosivo
El imperio de Red Bull enfrentó una turbulencia sin precedentes en 2024, comenzando con acusaciones de consolidación de poder por parte de Horner a expensas del asesor senior Helmut Marko. Jos Verstappen, que nunca se contiene, se convirtió en un crítico vocal del liderazgo de Horner, acusándolo de desestabilizar el equipo.
“El equipo está en peligro de ser desgarrado. No puede seguir así,” declaró Jos durante el Gran Premio de Baréin, incluso sugiriendo que Horner se apartara para restaurar el equilibrio dentro de la jerarquía de Red Bull.
La tensión alcanzó su punto máximo con rumores de una «saga de sexting» que involucraba a Horner, seguido de la sorprendente salida del maestro técnico Adrian Newey y otros miembros del personal senior. Jos, ferozmente protector de su hijo, colocó gran parte de la culpa de las dificultades del equipo a los pies de Horner.
Un Negocio Familiar—Estilo Verstappen
Jos siempre ha mantenido un papel activo en la formación de la carrera de Max, y su crítica a Horner provino de un lugar de asegurar estabilidad para su hijo. Cuando se le preguntó recientemente si se arrepentía de sus comentarios, Jos reafirmó:
“No, en absoluto. Nunca perjudicaré a Max. Miro el panorama general. Al final, defiendo todo lo que dije.”
Estos comentarios refuerzan la noción de que Jos se ve a sí mismo no solo como un padre, sino como un accionista en el éxito de Max—y, por extensión, de Red Bull.
¿Puede la Paz Traducirse en Rendimiento?
El enfoque de Red Bull ahora se desplaza hacia la próxima temporada 2025 y asegurarse de que su coche, el RB21, cumpla con las altas expectativas de Max Verstappen. La historia ha demostrado que cuando el equipo entrega un coche que se adapta a Max, él logra resultados extraordinarios, a menudo superando a sus compañeros de equipo en la misma maquinaria. Pero si el coche falla, la “paz” entre Jos y Horner puede resultar frágil.
Con las pruebas de pretemporada en Bahrein a solo unas semanas, la pregunta persiste: ¿puede Red Bull canalizar esta nueva estabilidad en dominio en la pista, o las viejas tensiones resurgirán ante el primer signo de problemas?
Por ahora, el mundo observa cómo Jos Verstappen y Christian Horner se llevan bien, pero el mundo de alta tensión de la Fórmula 1 rara vez deja espacio para una armonía duradera.