Tras un electrizante enfrentamiento en el circuito Autodromo Hermanos Rodriguez de México, Jos Verstappen ha salido en defensa de las tácticas agresivas de su hijo, argumentando que el fallido RB20 obliga a Max Verstappen a realizar maniobras intransigentes. Aunque Max aún mantiene una ventaja de 47 puntos en la carrera por el campeonato, quedó claro que el coche Red Bull luchó con la velocidad en México, marcando una de sus actuaciones más débiles desde Monza.
El RB20, que alguna vez fue un competidor en la parte delantera al inicio de la temporada, ha mostrado gradualmente signos de declive. Los problemas técnicos de Red Bull, desde el comportamiento inconsistente de los neumáticos hasta configuraciones problemáticas y problemas de equilibrio, han comenzado a atormentar al equipo. En México, estas fallas fueron evidentemente obvias mientras Max Verstappen enfrentaba una batalla cuesta arriba para mantener el ritmo, lo que llevó a su feroz maniobra contra el rival Lando Norris.
Jos Verstappen admitió abiertamente que la maniobra fue dura, pero defendió el enfoque de su hijo, enfatizando que las tácticas de Max son necesarias en un coche que ya no es una apuesta segura por la velocidad.
«Quizás fue un poco demasiado,» dijo Jos. «Pero se puede hablar de ello durante mucho tiempo, y al final, no hará ninguna diferencia. Max seguirá conduciendo como considere. Se ve obligado a hacerlo porque el coche no es lo suficientemente rápido. Y ciertamente no cambiará su estilo de conducción solo porque haya algunos comisarios que no les gusta su forma de hacer las cosas.»
Jos Verstappen fue un paso más allá, sugiriendo que el sesgo británico en la supervisión de la FIA refleja las controversias enfrentadas por los legendarios pilotos Ayrton Senna y Michael Schumacher. Según él, estos íconos fueron frecuentemente escrutados por los comisarios ingleses por su audaz forma de competir, sin embargo, ambos encontraron un gran éxito manteniéndose firmes en sus convicciones.
«Le recordé que Ayrton Senna y Michael Schumacher también fueron a menudo objeto de extrañas críticas desde Inglaterra,» añadió Jos, subrayando su creencia de que Max debería mantenerse firme en su camino, tal como lo hicieron esos campeones.
Con Red Bull deslizándose hacia el tercer lugar en la clasificación del Campeonato de Constructores detrás de Ferrari, las apuestas son aún más altas para Max Verstappen a medida que la temporada se aproxima a sus últimas cuatro carreras y dos sprints. Si los problemas del RB20 persisten, Verstappen se verá obligado a confiar aún más en su estilo agresivo para defenderse de Lando Norris y asegurar su cuarto título mundial consecutivo.
Las próximas carreras determinarán si la conducción «sin restricciones» de Max puede llevarlo a través de esto—o si los problemas mecánicos de Red Bull finalmente pondrán en peligro su reinado.