Joey Logano consolidó su lugar entre los grandes de todos los tiempos de NASCAR al conseguir su tercer título de la Copa en 2024. Pero más allá de su innegable habilidad, hay un rasgo que lo distingue en el día de la carrera: un egoísmo sin disculpas. Según Logano, esta mentalidad no es solo parte de su estrategia, es toda su identidad como piloto.
Hablando de manera franca en el programa de YouTube de Kenny Wallace, Logano abrazó su reputación como uno de los competidores más implacables de la parrilla. Explicó que el éxito en NASCAR exige un enfoque láser en la victoria, incluso si eso significa poner a prueba los límites del espíritu deportivo.
“Ser piloto de carreras te da la oportunidad de ser alguien completamente diferente… De hecho, se celebra, ¿verdad? Puedes ponerte el casco y ser el mayor egoísta que hayas conocido. ¡Y eso es lo que se supone que debes hacer! Eso es lo que implica el trabajo: ser egoísta y salir ahí y ganar.”
Un Campeón «De Dos Caras»
Mientras que la personalidad de Logano en la pista se centra en asumir riesgos y superar límites, admitió tener una naturaleza «de dos caras». Una vez que cae la bandera a cuadros, la mentalidad agresiva de ganar a toda costa se queda en el coche. Fuera de la pista, Logano se enorgullece de ser lo opuesto: un compañero de equipo solidario, un hombre de familia y un amigo leal.
“Si vivieras tu vida de esa manera cuando salieras del coche… no serías una buena persona, y probablemente no tendrías amigos. Vivirías solo.”
Esta dualidad, sugirió Logano, es lo que le permite prosperar tanto como competidor como persona. Al compartmentalizar su lado competitivo, puede dominar las carreras sin sacrificar relaciones significativas fuera del deporte.
El Precio—y la Recompensa—del Egoísmo
El rasgo egoísta que Logano se describe a sí mismo ha atraído a menudo críticas, especialmente cuando sus tácticas agresivas conducen a enfrentamientos con otros conductores. Pero para la estrella de Penske, las recompensas superan con creces los riesgos. Su capacidad para priorizar sus propios objetivos el día de la carrera lo ha impulsado a la cima de NASCAR, demostrando que el egoísmo—cuando se canaliza correctamente—puede ser un activo poderoso.
“El rasgo egoísta, como sugirió Logano, es algo que cada conductor y cada atleta a veces necesita para prosperar. Aunque la misma actitud a veces causa problemas en la vida, al final del día vale la pena asumir esos riesgos, ya que la recompensa suele ser enorme.”
Legado de un Conductor «Peligroso»
Con tres campeonatos a su nombre, el estilo agresivo de Logano y su incansable búsqueda de la victoria han solidificado su legado. Ámalo u ódialo, no se puede negar que su egoísmo sin disculpas lo ha convertido en uno de los pilotos más formidables del deporte. A medida que NASCAR se adentra en la temporada 2025, los aficionados y rivales sin duda estarán observando para ver hasta dónde puede llevarlo este enfoque «egoísta».