En el caótico teatro que es el Daytona 500, donde cada centímetro de asfalto es ferozmente disputado y un movimiento puede significar victoria o desastre, Joey Logano se encontró en el punto de mira de la controversia. Su cambio de carril agresivo con ocho vueltas por correr desató un choque múltiple, arruinando las esperanzas de Kyle Busch, Chase Elliott, Ryan Blaney y otros—mientras reavivaba el interminable debate sobre si las carreras en superspeedway recompensan la habilidad o la pura supervivencia.
¿Estaba Logano haciendo un movimiento necesario para la victoria? ¿O la desesperación lo empujó a una decisión imprudente que costó a otros una oportunidad de gloria?
El Movimiento Que Cambió Todo
Con las vueltas disminuyendo, Logano vio una apertura—una franja de luz para maniobrar hacia el lugar perfecto para un empuje final hacia la victoria. Pero cuando se lanzó por la posición, Ricky Stenhouse Jr. bloqueó, lo que llevó a un efecto dominó que se salió de control.
En un abrir y cerrar de ojos, el Ford No. 22 de Logano se enredó con Stenhouse, y el campo detrás de ellos explotó en caos. Kyle Busch, un desafortunado espectador en el accidente, no tuvo espacio para escapar mientras su No. 8 Chevy era tragado por la carnicería. Chase Elliott y Ryan Blaney sufrieron el mismo destino, convirtiendo lo que había sido una carrera finamente ajustada en un enredo retorcido de metal y frustración.
¿Las consecuencias? Furia en el garaje de NASCAR.
Kyle Busch y Jeff Gordon critican el juicio de Logano
Kyle Busch no se anduvo con rodeos.
“Tienes que saber cuán ancho es tu auto de carreras para poder encontrar un espacio en el que quepa, y él obviamente no lo sabe.”
Busch, aún persiguiendo su primera victoria en el Daytona 500, se había posicionado como un serio contendiente—solo para ver su sueño evaporarse en un instante. ¿Su evaluación? Logano se impacientó y hizo un movimiento que no necesitaba ocurrir.
Jeff Gordon, ahora un ejecutivo en Hendrick Motorsports, fue igual de directo.
“Joey lo hizo,” respondió Gordon cuando se le preguntó si la gente hacía movimientos tontos en las últimas vueltas.
El sentimiento en el garaje era claro: la agresión de Logano había cruzado la línea.
Logano defiende su posición: «No tenía otra opción»
Sin inmutarse por las críticas, Joey Logano defendió su maniobra, afirmando que fue un intento calculado para posicionarse para la victoria.
“Sentí que tenía que llegar al segundo coche en la fila para tener una oportunidad de ganar. Tuve la oportunidad de ponerme delante del Ford, pero el No. 47 (Stenhouse) tenía un bloqueo adelante. En ese momento, estaba un poco indeciso. Intentaba retroceder, pero me estaban empujando hacia adelante ya que la desaceleración ya había ocurrido.”
En la mente de Logano, era simple: esto era el Daytona 500—la vacilación no era una opción. Su argumento era que una vez que el efecto acordeón tomó el control, no había forma de evitar lo que sucedió.
Pero para las víctimas del choque, esa explicación fue vacía.
¿Le Costó Logano a Busch Su Mejor Oportunidad de Gloria en Daytona?
Si hay un piloto que conoce el dolor de estar cerca en Daytona, ese es Kyle Busch. El campeón de la serie Cup en dos ocasiones ha hecho casi todo lo que hay que hacer en NASCAR, pero el Trofeo Harley J. Earl sigue siendo esquivo.
¿Y este año? Estaba en posición de cambiar eso.
Busch, aún furioso después de la carrera, lanzó un último ataque a Logano:
“El coche más rápido se apresuró a llegar al accidente.”
Para Busch, esto no fue solo otro choque—fue un desastre prevenible que robó una oportunidad de hacer historia.
El Debate de Daytona: Habilidad vs. Supervivencia
Logano no ganó las 500 millas de Daytona, pero se llevó una victoria en la Etapa 1 y un punto de playoffs, mientras que William Byron sobrevivió a los accidentes para reclamar su segunda victoria consecutiva en las 500 millas.
Pero, ¿qué prueba realmente esta carrera hoy en día?
- ¿Sigue siendo las 500 millas de Daytona una carrera que recompensa la estrategia y la ejecución hábil?
- ¿O se ha convertido en una lotería de superspeedway, donde el ganador es simplemente el último que queda en pie?
Mientras NASCAR lucha con la evolución de su carrera más histórica, una cosa es clara—el movimiento de Joey Logano no será olvidado pronto. Ya sea un instinto de corredor o una decisión imprudente, las 500 millas de Daytona 2025 estarán marcadas para siempre por el momento que convirtió a los contendientes en víctimas.
Y para Kyle Busch, la espera por la gloria en Daytona se volvió aún más extenuante.