Jaguar Land Rover (JLR) continúa sin reanudar la producción en sus fábricas globales, tres semanas después de haber sido blanco de un ciberataque que paralizó la producción automotriz de la marca, lo que ahora podría afectar a los proveedores de la empresa británica.
El grupo, propiedad de Tata Motors, informó el 1 de septiembre que se vio obligado a cerrar sus sistemas desde que tomó conocimiento de los “problemas globales”, y que estaba trabajando “a un ritmo acelerado para reiniciar las operaciones de manera controlada.”
Ahora, “Autocar” informa que aún no se ha anunciado el plazo para encontrar una solución al ciberataque, y que el problema podría costar hasta £5 millones por día (€5.7 millones), según cálculos del profesor de economía empresarial David Bailey.
La empresa anunció este lunes a la publicación británica que no tiene actualizaciones oficiales que revelar; sin embargo, la prensa británica informó durante el fin de semana que los problemas de la marca podrían llevar a algunos de sus proveedores a la quiebra como resultado de la paralización de la producción.
Por su parte, el ex CEO de Aston Martin, Andy Palmer, dijo a la BBC que “no se sorprendería al ver algunas quiebras”. Palmer agregó que muchos proveedores pronto comenzarán a reducir el número de empleados como resultado de la paralización de la producción en JLR.
Para evitar pérdidas masivas de empleo, se está presionando al gobierno del Reino Unido para que cree un programa de licencia pagada, similar al que estaba en vigor durante la pandemia de Covid.