La FIA fue absuelta de cualquier irregularidad después de una investigación sobre alegaciones de interferencia en la gestión de dos eventos en la temporada de Fórmula 1 de 2023. De acuerdo con informes iniciales de la publicación británica BBC, el presidente Mohammed Ben Sulayem fue acusado por un denunciante de intentar ejercer influencia indebida en los procedimientos de la F1 en dos ocasiones separadas. La primera queja se refería al Gran Premio de Arabia Saudita del año pasado, donde Ben Sulayem fue acusado de instruir a los oficiales de la carrera a revertir una penalización impuesta al piloto de Aston Martin, Fernando Alonso. Aston Martin posteriormente presentó una petición de revisión, que incluía evidencia en video de infracciones similares cometidas por otros equipos sin enfrentar penalizaciones. La segunda queja se refería al Gran Premio inaugural de Las Vegas, con alegaciones de que Ben Sulayem había instruido en contra de la homologación de la nueva pista para carreras. El Departamento de Conformidad de la FIA llevó a cabo una investigación sobre estas alegaciones y los resultados fueron posteriormente revisados por el Comité de Ética de la FIA. El Comité de Ética concluyó unánimemente que no había evidencia suficiente para respaldar las alegaciones de interferencia. La FIA describió la investigación como completa, independiente y con una duración de 30 días, durante los cuales se entrevistaron a 11 testigos. El Comité de Ética tuvo acceso a evidencia sólida que exoneró inequívocamente a Ben Sulayem de cualquier irregularidad. Ben Sulayem asumió el cargo de presidente de la FIA en diciembre de 2021, sucediendo al largo mandato de Jean Todt en un mandato de cuatro años.
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