El ex piloto de carreras de Alpine, Jack Doohan, ha sido objeto de abusos en línea, lo que ha desatado un acalorado debate dentro de la comunidad de carreras. Inicialmente atribuyendo el abuso a «fanáticos argentinos», Doohan más tarde retractó su declaración, señalando a «múltiples medios argentinos» por perpetuar una narrativa falsa en torno a su familia.
La controversia se desató después de que Doohan fuera reemplazado por Franco Colapinto para el Gran Premio de Emilia Romagna, tras una serie de actuaciones mediocres. Colapinto, un ex piloto de Williams, enfrentó un tumultuoso debut con Alpine, marcado por un accidente en la clasificación en Imola que llevó a los trolls en línea a crear una imagen falsa que representaba a su padre, Mick, de manera despectiva.
Tomando Instagram, Jack Doohan denunció enérgicamente el abuso en línea dirigido a su familia, aclarando que la imagen incendiaria fue manipulada por individuos maliciosos que buscaban empañar su reputación. Alpine, en respuesta a la creciente situación, instó al respeto entre los fanáticos de la Fórmula 1, enfatizando la necesidad de mantener la decoro tanto dentro como fuera de la pista.
Colapinto, en medio de la tormenta en redes sociales, hizo un llamado al respeto y la comprensión de sus seguidores, subrayando la importancia de mantener un ambiente positivo dentro de la comunidad de carreras. A pesar de las tumultuosas circunstancias, Colapinto logró asegurar un 16º lugar en su primer Gran Premio con Alpine, mostrando resiliencia ante la adversidad.
La saga que rodea a Jack Doohan sirve como un recordatorio contundente del lado oscuro del fandom en línea y las repercusiones del ciberacoso descontrolado en el mundo del automovilismo. A medida que el mundo de las carreras lidia con las consecuencias de este incidente, el llamado a la unidad y al respeto resuena más fuerte que nunca, subrayando la importancia de fomentar una cultura de apoyo y camaradería entre los pilotos y los fanáticos por igual.