Isack Hadjar sancionado con penalización en la parrilla por enfurecer a Carlos Sainz
Un giro dramático de los acontecimientos se desarrolló en el Gran Premio de Canadá cuando Isack Hadjar recibió una penalización de tres lugares en la parrilla por obstruir a Carlos Sainz durante la clasificación. La impresionante calificación en noveno lugar del novato de Red Bull en Fórmula 1 fue eclipsada por un incidente controvertido que dejó a Sainz furioso.
Durante la Q1, la falta de Hadjar al ceder ante Sainz en una vuelta rápida llevó a una colisión en la chicana de la curva 6-7, saboteando en última instancia la sesión de clasificación de Sainz y relegándolo al 17º lugar. Un Sainz iracundo expresó su frustración, afirmando: «Eso arruina completamente tu clasificación y significa que tu fin de semana está destruido.»
Inicialmente sorprendido por las acusaciones, Hadjar afirmó que su equipo lo había engañado respecto a las intenciones de Sainz y que intentó hacerle camino al piloto de Williams con retraso. A pesar de su explicación, Hadjar fue penalizado con tres lugares en la parrilla, bajándolo al 12º y reorganizando las posiciones de salida para otros pilotos.
Las repercusiones se extendieron a Charles Leclerc, quien también criticó a Hadjar por impedir su última vuelta en la Q3, casualmente en la misma curva donde ocurrió el incidente con Sainz. Sin embargo, los comisarios desestimaron la queja de Leclerc, atribuyéndola a un mero «efecto de aire sucio» en lugar de una obstrucción intencionada.
A medida que las tensiones aumentaban en la pista, las emociones se calmaron después de la clasificación, con Leclerc retractándose de sus duras declaraciones y reconociendo los desafíos de navegar el tráfico durante una vuelta rápida. «A veces, dependiendo de dónde estés alcanzando a un coche, puede tener una gran influencia en la vuelta,» reflexionó Leclerc.
Las repercusiones de la penalización de Hadjar y el posterior conflicto con Sainz y Leclerc han preparado el escenario para un día de carrera polémico en el Gran Premio de Canadá. Con relaciones tensas y los ánimos al rojo vivo, la dinámica dentro del circuito de F1 ha cambiado de manera irrevocable, prometiendo un evento principal emocionante e impredecible.