La FIA está aumentando la presión sobre Max Verstappen antes del Gran Premio de Miami, con una inspección programada de su coche de Fórmula 1 Red Bull. El piloto neerlandés busca asegurar su segunda victoria de la temporada, pero enfrenta un escrutinio tras un incidente controvertido con Oscar Piastri de McLaren en la carrera anterior.
Verstappen, quien tuvo que conformarse con un P2 en el último Gran Premio debido a una penalización, tuvo su coche RB21 revisado al azar por la FIA tras la carrera en Arabia Saudita. La inspección se centró en varios componentes del coche, incluyendo el sistema de admisión de aire del motor, el sistema de aceite y refrigerante, y el enfriamiento de aire de carga, entre otros. Afortunadamente para Verstappen, todas las partes inspeccionadas se encontraron en cumplimiento con las regulaciones técnicas de F1 de 2025.
El campeón reinante estaba descontento con la penalización que recibió por el incidente con Piastri y expresó sus sentimientos después de la carrera. Verstappen y el director del equipo Red Bull, Christian Horner, criticaron la decisión, con el piloto incluso participando en una acalorada discusión con el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, después de la carrera.
A medida que la atención se desplaza ahora a Miami, tanto Verstappen como Red Bull necesitarán concentrarse en ofrecer una actuación sólida en la pista para evitar más controversias o discusiones sobre penalizaciones. Los riesgos son altos ya que buscan superar a McLaren, que ha estado dominando los campeonatos esta temporada.
¿Podrá Verstappen superar el drama fuera de la pista y salir victorioso en Miami? Todos los ojos estarán puestos en el equipo Red Bull mientras se preparan para lo que promete ser un Gran Premio intenso y emocionante en el Estado del Sol.