Gran Premio de IndyCar en Thermal Club: Un Drama de Alta Velocidad de Calor y Caos Mecánico
El Gran Premio de IndyCar en Thermal Club, ambientado en el impresionante paisaje del desierto californiano, se convirtió en un campo de batalla de desafíos técnicos mientras los equipos luchaban con una serie de fallos en el sistema de recuperación de energía (ERS). A medida que los motores rugían y el sol brillaba intensamente, la pista se transformó en una arena no solo de velocidad, sino de supervivencia contra la tecnología que se sobrecalentaba.
Entre las primeras víctimas de esta tempestad técnica se encontraba Alexander Rossi de Ed Carpenter Racing, cuyo Chevy No. 20 se convirtió en un punto focal de problemas con el ERS. Las sesiones de práctica del viernes se vieron empañadas por persistentes fallos en el cableado dentro de los campanas de especificación, mantenidas y desplegadas por Ilmor Engineering. A pesar de una rápida eliminación y reemplazo del paquete de campana/ERS defectuoso después de la práctica inaugural, surgió una nueva crisis durante la segunda sesión—esta vez con la unidad generadora de motor (MGU), exigiendo otro reemplazo más.
Los oficiales de IndyCar, contra el tiempo, emitieron un boletín técnico crítico para la mañana del sábado. La directiva solicitaba inspecciones inmediatas de las conexiones de cableado propensas a separarse de sus conectores de especificación militar, un defecto que requería reemplazos extensos de campanas/ERS en toda la parrilla.
Mark Sibla, Vicepresidente Senior de Competencia y Operaciones de IndyCar, explicó el problema central: “Un arnés se estaba desacoplando, una solución sencilla que requería que los equipos desmantelaran los coches, conectaran el arnés y lo aseguraran con una brida. Desafortunadamente, esta solución simple demandó un esfuerzo significativo por parte de los equipos.” Al menos tres equipos enfrentaron este desafío al cierre del viernes.
Aunque los orígenes de los problemas del Thermal ERS siguen siendo poco claros, la mayoría de los problemas fueron reportados por equipos con motores Chevy. El portavoz de Honda mencionó solo “uno o dos problemas menores” durante el evento, en contraste con los importantes contratiempos enfrentados por los pilotos de Chevy.
La naturaleza autoinfligida de algunos problemas añadió una capa de complejidad, ya que los equipos activaron inadvertidamente el ‘modo de emergencia’ en sus sistemas al instalar bloqueadores de flujo de aire excesivos en los radiadores. Esto provocó que los sistemas de almacenamiento de energía basados en supercapacitores (ESS), vitales para almacenar y liberar energía, se sobrecalentaran y se apagaran temporalmente, recordando a un teléfono inteligente dejado al sol.
El piloto de Arrow McLaren, Pato O’Ward, quien logró la pole position, lamentó el rendimiento de su unidad ERS, afirmando que solo proporcionó potencia electrónica durante la mitad de la carrera. Su compañero de equipo, Christian Lundgaard, hizo eco de estas preocupaciones, atribuyendo sus problemas al bloqueo excesivo del flujo de aire. Santino Ferrucci de AJ Foyt Racing también enfrentó problemas similares, admitiendo: “Fue un poco decepcionante perder el híbrido debido al calor, pero no éramos los únicos luchando.”
Mientras tanto, Scott McLaughlin de Team Penske enfrentó una crisis de ERS distinta, describiendo un escenario en el que su MGU obligó al coche a entrar en un modo crítico, necesitando una parada en boxes para reiniciar el sistema, un retraso costoso para cualquier competidor.
La diversa gama de problemas de ERS en Thermal, tanto predecibles como imprevistos, ha dejado a IndyCar e Ilmor con mucho que analizar antes de la próxima carrera en Long Beach. Sibla elaboró sobre el desafío: “El manual de operaciones híbridas destaca que a 50C (122F), el ESS reduce la potencia para protegerse, y a 52.5C, se apaga completamente. Los equipos tienen autonomía en la configuración de los coches, lo que puede afectar estas temperaturas. Algunas configuraciones llevaron a un sobrecalentamiento, que fue el problema predominante el día de la carrera.”
Con rigurosos diagnósticos en marcha, incluyendo el desmantelamiento de las unidades afectadas, los conocimientos adquiridos serán cruciales para refinar estrategias y asegurar la fiabilidad en futuras carreras. A medida que se asienta el polvo en la pista de Thermal, las lecciones aprendidas servirán como una hoja de ruta para navegar la compleja interacción de velocidad, tecnología y condiciones ambientales en el mundo lleno de adrenalina de las carreras de IndyCar.