La joven sensación de las carreras Isack Hadjar ha generado controversia al bromear sobre la venganza a Liam Lawson tras sus movimientos estratégicos en el Gran Premio de Mónaco. La intensa carrera vio a Lawson ralentizando intencionadamente al grupo, lo que permitió a Hadjar realizar paradas en boxes cruciales sin perder posiciones en la pista.
El juego estratégico dio sus frutos, ya que Hadjar aseguró un notable sexto lugar, su mejor resultado en la Fórmula 1 hasta ahora, mientras que Lawson cruzó la línea en octavo, marcando también su mejor final en la carrera y sus primeros puntos de la temporada. Su trabajo en equipo provocó un efecto dominó, ya que otros equipos como Williams y Mercedes siguieron su ejemplo al gestionar el ritmo para ayudar a sus compañeros en la carrera.
Cuando se le preguntó sobre el papel de Lawson en la estrategia, Hadjar elogió el desempeño del neozelandés, afirmando: «Hizo un trabajo fantástico. Hizo bastante bien al retroceder, y eso estaba planeado. Hizo bien, y ya le he agradecido lo suficiente, creo.» Si bien reconoció la contribución de Lawson, Hadjar restó importancia a su propia participación en el proceso, enfatizando la importancia de la planificación estratégica y que ambos pilotos clasificaran en el top 10.
En cuanto a cómo planea recompensar a Lawson por su asistencia en Mónaco, Hadjar mencionó humorísticamente que sería «nada relacionado con las carreras.» Las sugerencias de invitar a Lawson a una buena cena fueron recibidas con una risa de Hadjar, indicando un gesto amistoso fuera de la pista en agradecimiento por su colaboración en la pista.
El Gran Premio de Mónaco mostró no solo emocionantes acciones en la pista, sino también las maniobras estratégicas tras bambalinas que pueden hacer o deshacer una carrera. La camaradería entre compañeros de equipo y el impacto del trabajo en equipo en la Fórmula 1 estuvieron en plena exhibición, añadiendo una capa extra de intriga a la ya intensa competencia.