Los terrenos sagrados de Auto Club Speedway en Fontana, una vez piedra angular de la expansión hacia el oeste de NASCAR, ahora se encuentran en un limbo, con la demolición del óvalo de 2 millas completada pero sin avances en el prometido reemplazo de pista corta. Los altos ejecutivos de NASCAR han revelado ahora la dura realidad detrás del retraso: los astronómicos costos de construcción en California y el delicado equilibrio financiero de NASCAR.
La Pregunta de $559 Millones: ¿Dónde Está la Nueva Pista?
En 2023, NASCAR se despidió de Auto Club Speedway con planes de transformarlo en una instalación de pista corta de primer nivel. Para financiar este ambicioso proyecto, la organización vendió grandes extensiones de terreno alrededor de la pista por la asombrosa suma de $559 millones, generando lo que parecía ser un capital suficiente para un nuevo circuito elegante. Sin embargo, más de un año después, no se ha realizado ningún inicio de obras.
El destacado periodista de NASCAR, Jeff Gluck, reveló en su podcast que la hesitación se reduce a dinero. El costo de hacer negocios en California está demostrando ser un obstáculo monumental.
“A partir de las conversaciones que he tenido con ejecutivos de alto nivel de NASCAR, quieren que este proyecto se realice,” compartió Gluck. “Pero construir en California es increíblemente caro. No son solo los costos regulares de construir una pista, es significativamente más alto allí.”
La Venta de Terrenos de Fontana: Una Espada de Doble Filo
Mientras que la venta de terrenos por $559 millones creó un golpe financiero para NASCAR, la organización no está en posición de asignar todo a la reconstrucción de Fontana. Los fondos se están distribuyendo en varios proyectos operativos y de desarrollo, dejando un margen más estrecho para el costoso proyecto en California.
“Han mantenido una parte del terreno destinada a una pista corta,” explicó Gluck. “No la han vendido porque aún quieren que esto suceda. Pero se trata de si pueden justificar el gasto excesivo para que funcione.”
Construir una nueva pista de carreras en California implica costos laborales altísimos, tarifas de cumplimiento ambiental y desafíos de zonificación, todos los cuales añaden capas de presión financiera. Esto ha dejado a NASCAR lidiando con si el retorno de una nueva pista corta en un mercado clave justifica la inversión.
Las Apuestas en el Sur de California
Las apuestas son altas para que NASCAR mantenga su presencia en el Sur de California—un mercado crítico para la participación de los aficionados, oportunidades de patrocinio y exposición mediática. El coanfitrión Jeff Gluck subrayó la importancia de tener una instalación, incluso si no es un lugar de última generación.
“¿Puedes darnos solo un circuito para que podamos ver carreras en el sur de California?” cuestionó Gluck. “Parece lo más lógico. No necesitas las comodidades de lujo de más alto nivel, solo construye algo para mantener las carreras allí.”
Mientras que la pérdida del diseño original de Fontana fue un golpe para los aficionados, la posible ausencia de un reemplazo por completo sería un retroceso mucho mayor para el deporte.
Una Decisión Difícil para NASCAR
La decisión de NASCAR sobre Fontana llega en un momento crucial: asumir un riesgo financiero calculado para consolidar su presencia en un mercado lucrativo o redirigir el enfoque hacia otras oportunidades. A medida que los costos continúan aumentando y el proyecto sigue estancado, los aficionados y los expertos de la industria se preguntan si NASCAR encontrará una manera de traer de vuelta las carreras en pista corta al Estado Dorado.
Por ahora, el destino del legado de NASCAR en el sur de California está en la balanza, con cada día que pasa aumentando las apuestas. ¿Tomará NASCAR el riesgo y cumplirá su promesa, o se convertirá Fontana en un recordatorio inquietante de un potencial no cumplido? El tiempo se agota.