El directo asesor de Red Bull, Helmut Marko, ha intensificado su crítica hacia Isack Hadjar, calificando su colapso emocional tras su debacle en la vuelta de formación del GP de Australia como «embarazoso». Marko, en su reciente conversación con Sky Sports Alemania, reiteró su desaprobación hacia las emociones de Hadjar, insinuando que la Fórmula 1 exige un cierto nivel de resiliencia emocional.
A la madura edad de 81 años, Marko se erige como uno de los pocos guardianes restantes de la era dorada de la Fórmula 1 en los años 70, una época en la que incluso pequeños errores podían resultar en desenlaces mortales, y numerosos pilotos de Grand Prix perdieron trágicamente sus vidas en la pista. El íntimo amigo de Marko, Jochen Rindt, fue una de esas víctimas. Esta dura realidad del deporte en aquel entonces fomentó una cultura de estoicismo y dureza en respuesta a las adversidades en pista, una virtud en la que Marko cree firmemente.
Es desde este prisma que Marko observa las recientes acciones del novato de Racing Bulls, Isack Hadjar. Tras un accidente durante la vuelta de formación en el Gran Premio de Australia, se vio a Hadjar llorando, una respuesta que Marko ha ridiculizado públicamente como ‘embarazosa’. Este sentimiento no cambió incluso cuando Marko abordó el tema nuevamente en la previa del Gran Premio de China.
Marko, durante su entrevista con Sky Alemania, revisó el incidente, manteniendo su postura anterior. Señaló que a pesar de la impresionante sesión de práctica de Hadjar, su colapso emocional después del accidente no reflejó la dureza requerida en el deporte. Agregó además que tales muestras de emoción podrían ser potencialmente explotadas por sus competidores.
A pesar de la perspectiva severa de Marko, la generación más joven de pilotos parece ser más comprensiva y aceptante de las complejidades emocionales ligadas a sus carreras. Son más abiertos a discutir emociones, un movimiento que ha generado conversaciones sobre la salud mental en el deporte.
En una conferencia de prensa previa al fin de semana del Gran Premio de China, Carlos Sainz de Williams expresó su apoyo a Hadjar, afirmando que su respuesta emocional era «completamente comprensible». Enfatizó que todos los pilotos experimentan emociones similares; algunos eligen expresarlas públicamente, mientras que otros no. Sainz explicó que en el caso de Hadjar, sus emociones eran evidentes a pesar de sus intentos de ocultarlas detrás de su casco, un gesto que nunca ha sido criticado antes.
En la misma línea, el propio Hadjar admitió sentirse un poco avergonzado por su explosión emocional. Sin embargo, las diversas respuestas indican un cambio hacia una comprensión más empática del costo emocional que las carreras pueden tener en los pilotos, un marcado contraste con la perspectiva endurecida de los primeros días del deporte.