La Guardia Nacional Republicana (GNR) está en la carretera para monitorear el uso de auriculares y el uso de teléfonos móviles, smartphones, tabletas o dispositivos similares mientras se conduce.
La operación «RoadPol – Mobile» se lleva a cabo desde este lunes hasta el 14 de octubre, en todo el territorio nacional continental, y tiene como objetivo alertar a los conductores sobre las consecuencias negativas y potencialmente fatales del uso inadecuado del teléfono móvil mientras se conduce.
En un comunicado, la GNR mencionó que esta es «una operación de control del tráfico rodado centrada en el uso de auriculares sonoros y la manipulación de dispositivos de comunicación móvil durante la conducción, con el fin de promover la seguridad vial».
Según el comunicado, «la manipulación y el uso de teléfonos móviles, smartphones, tabletas o dispositivos similares mientras se conduce causa distracción visual, limita la disponibilidad manual y afecta el procesamiento cognitivo», añade la misma fuente.
La GNR también informa que, según un estudio de la Autoridad Portuguesa de Seguridad Vial, casi el 75% de los portugueses admiten usar sus teléfonos móviles mientras conducen, y hay varias consecuencias relacionadas con la multitarea que el uso del teléfono móvil durante la conducción provoca, a saber: Disminución de la vigilancia del conductor y distracción de la atención; Aumento del tiempo de reacción; Mala evaluación de la posición del vehículo en la carretera; Dificultad para decodificar y memorizar señales; Desrespeto por la regla de prioridad; Falta de mantenimiento de una distancia segura; Falta de señalización de un cambio de dirección; Mala evaluación de la velocidad.
Vale la pena señalar que las multas por usar un teléfono móvil mientras se conduce aumentaron en enero de 2023, oscilando entre 250 € y 1250 €, además de resultar en la pérdida de tres puntos en el permiso de conducir.