General Motors (GM) ha decidido poner fin al desarrollo de soluciones de movilidad que dependían del hidrógeno, enfocándose únicamente en las tecnologías de electrificación por batería como la solución para el futuro, considerando que la infraestructura es más fácil de instalar y que la fórmula tiene una mayor aceptación entre los consumidores. Visto, hasta hace muy poco, como una solución alternativa para la electrificación, el hidrógeno ha perdido partidarios en la industria automotriz, con GM anunciando el fin del desarrollo de la tecnología de celdas de combustible, que había sido llevada a cabo por la sub-marca Hydrotec. La compañía redirigirá así sus esfuerzos de electrificación hacia todas “las tecnologías que tienen una clara aceptación en el mercado, a saber, los vehículos eléctricos de batería”, pero la producción de celdas de combustible para centros de datos y generación de energía se mantendrá, a través de Fuel Cell System Manufacturing LLC, una empresa conjunta entre GM y Honda.
Las dificultades para implementar una red de distribución viable en EE. UU. fueron la base para la decisión, con GM siguiendo el ejemplo de Hyvia, una empresa que formaba parte del Grupo Renault, e iniciando el proceso de liquidación a principios de año. “Aunque el hidrógeno es prometedor para aplicaciones industriales específicas de alta demanda, como la energía de respaldo, la minería y el transporte pesado, el camino para lograr un negocio sostenible con tecnología de celdas de combustible es demasiado largo e incierto”, declaró el fabricante estadounidense en una comunicación, añadiendo: “Los altos costos y la infraestructura de hidrógeno limitada en EE. UU. han obstaculizado la adopción de vehículos de celdas de combustible por parte de los consumidores. Según el Departamento de Energía de EE. UU., solo hay 61 estaciones de recarga de hidrógeno en todo el país, lo que se compara desfavorablemente con más de 250,000 puntos de carga para vehículos eléctricos.”