La Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA) ha sido durante mucho tiempo la voz de los pilotos de Fórmula 1, abogando por su seguridad y bienestar. Sin embargo, bajo el mandato de George Russell como director, el papel ha tomado un giro inesperado y abrumador hacia el panorama político del deporte. Con enfrentamientos públicos entre la GPDA y la FIA, Russell ha revelado las sorprendentes complejidades de su posición y las crecientes tensiones dentro de la gobernanza de la F1.
«Sorprendido por la Política de la F1»
Cuando Russell asumió el cargo de director de la GPDA, su intención era clara: centrarse en la seguridad y la integridad deportiva. Pero a medida que la GPDA comenzó a abordar cuestiones más amplias, como las políticas de cumplimiento de la FIA, la gobernanza y las controvertidas restricciones, Russell se encontró navegando en un territorio desconocido.
“Cuando me inscribí en mi papel como director de la GPDA, nunca esperé tener tanto en mis manos y que fuera tan político”, admitió Russell. “Realmente no entiendo nada de este lado del deporte. Era más desde una perspectiva deportiva y de seguridad con la que quería involucrarme.”
Este año, la GPDA hizo titulares por criticar públicamente la gestión de múltiples problemas por parte de la FIA, un movimiento raro para una organización que históricamente ha operado en segundo plano. Desde restricciones a la expresión de los pilotos, como los insultos, hasta una gobernanza de carreras inconsistente, las tensiones han alcanzado un nivel sin precedentes.
«Los pilotos se manifiestan contra la FIA»
Bajo la presidencia de la FIA de Mohammed Ben Sulayem, el organismo ha enfrentado crecientes críticas por parte de los pilotos y los aficionados. Russell, representando a los pilotos activos, se ha convertido en un foco de sus frustraciones.
“Realmente no entiendo qué significa todo este cambio en la gobernanza respecto al cumplimiento, ¿cuál es el objetivo final? Sería genial si todos entendiéramos cuáles son los objetivos y metas de la FIA,” dijo Russell.
Los comentarios de Russell destacan una creciente desconexión entre la FIA y aquellos en el terreno. Expresó el deseo de los pilotos de tener claridad sobre la visión de la FIA, sugiriendo que una mejor comunicación por parte de Sulayem podría cerrar la brecha.
«Una presidencia bajo fuego»
El mandato de Ben Sulayem ha sido controvertido desde que asumió el cargo en 2021, pero el descontento alcanzó nuevas alturas en 2024. Los recientes cambios de política de la FIA, combinados con una percepción de falta de compromiso con el paddock, han alimentado la desconfianza entre los equipos y los pilotos.
Russell no se contuvo al criticar la falta de transparencia y dirección del organismo gobernante:
“Sería beneficioso si el presidente pudiera expresar claramente su visión para la FIA, para que podamos considerar las cosas desde su perspectiva. Y tal vez desde ahí, también tendríamos una mejor comprensión.”
A pesar de esto, Sulayem ha permanecido en gran medida en silencio sobre las crecientes quejas, incluso cuando sus decisiones atraen un escrutinio cada vez mayor.
«La Temporada 2025: Una Tormenta en Gestación»
Con la temporada 2025 en el horizonte, la relación fracturada entre la FIA y el paddock de F1 amenaza con profundizarse. Los cambios de gobernanza controvertidos han dejado a muchos cuestionando la dirección del deporte, y la disposición de la GPDA para desafiar a la autoridad ha sacado a la luz problemas de larga data.
Russell, con solo 26 años, se ha encontrado en el centro de una tormenta política que no muestra signos de amainar. A pesar de sentirse fuera de su elemento a veces, su crítica abierta demuestra un compromiso con la mejora del deporte, incluso cuando eso significa enfrentarse a su organismo de gobierno.
A medida que el deporte se prepara para otra temporada, la tensión entre los pilotos, los equipos y la FIA podría moldear no solo la acción en pista, sino también el futuro de la gobernanza de la Fórmula 1.