En un emocionante giro de los acontecimientos, las secuelas del Gran Premio de Montreal ven a George Russell acusando a Red Bull de presentar un protesto meramente como un escudo para proteger a Max Verstappen de posibles sanciones. La estrella de Mercedes, disfrutando de su reciente victoria, sugiere que el protesto fue un ataque preventivo por parte de Red Bull, especulando que fue un movimiento estratégico en caso de que Verstappen enfrentara repercusiones por adelantar bajo condiciones de Safety Car.
Dirigiéndose a los medios en el Red Bull Ring, Russell respondió al protesto, que había sido criticado por su director del equipo, Toto Wolff, como «mezquino y cruel». Si bien Russell fue menos duro en su evaluación, insinuó los motivos de Red Bull, sugiriendo que las acciones del equipo estaban destinadas a protegerse en caso de que Verstappen fuera sancionado por sus maniobras en la pista.
Además, reflexionando sobre sus intensas batallas con Verstappen durante el último año, Russell enfatizó su determinación de igualar la agresividad del cuatro veces campeón del mundo. Afirmó estar listo para competir mano a mano con competidores de élite como Verstappen, subrayando su enfoque en su propio rendimiento y los objetivos del equipo.
Mientras Russell se prepara para el Gran Premio de Austria, la controversia que rodea al protesto añade una capa extra de tensión a una rivalidad ya feroz en la pista. Mantente atento mientras se desarrolla el drama en el mundo de la Fórmula 1, donde cada movimiento y decisión puede hacer o deshacer las aspiraciones de campeonato de un piloto.