El piloto de Fórmula 1 George Russell ha expresado críticas hacia los neumáticos prototipo de Pirelli que se debutarán como parte de los amplios cambios regulatorios del deporte el próximo año. La crítica de Russell surge tras su prueba de los nuevos neumáticos el mes pasado, los cuales describió como «bastante peores» que los neumáticos actuales.
Las regulaciones de F1 de próxima generación están provocando cambios significativos, incluyendo neumáticos más estrechos para reducir la resistencia. Los neumáticos delanteros se reducirán en 25 mm, mientras que los neumáticos traseros perderán 30 mm de ancho. ¿El objetivo? Optimizar la aerodinámica y mejorar el rendimiento de los coches en la pista.
Varios equipos de F1 han estado ayudando a Pirelli en este empeño realizando pruebas con coches mula modificados. Estos vehículos están equipados con alerones más delgados, emulando la disminución anticipada en la carga aerodinámica que entrará en juego la próxima temporada.
Sin embargo, la reciente experiencia de prueba de Russell ha lanzado una sombra de duda sobre la efectividad de los nuevos neumáticos. Su prueba, que utilizó un Mercedes W15 de especificaciones 2024 modificado y equipado con los nuevos neumáticos de Pirelli, tuvo lugar en Jerez el mes pasado. Su evaluación no fue muy positiva. «Fue bastante peor con los nuevos neumáticos», admitió Russell a los medios, incluyendo Motorsport Week, durante las pruebas de pretemporada.
Los neumáticos más estrechos, explicó Russell, naturalmente van a suponer un desafío en comparación con los neumáticos más anchos que se utilizan actualmente. Sin embargo, expresó su esperanza de que se realicen mejoras en los próximos meses.
Pero no son solo los equipos los que enfrentan desafíos. Pirelli tiene sus propios obstáculos que superar, particularmente en lo que respecta a la recopilación de datos precisos. Se predice que los coches de 2026 generarán un 15% menos de carga aerodinámica, y se han realizado pruebas a velocidades similares para cumplir con las regulaciones actuales. El problema es que los coches adaptados no son totalmente representativos de cómo funcionarán los neumáticos en condiciones de carrera, lo que distorsiona los datos y compromete su precisión.
El gerente de carreras de Pirelli, Mario Isola, reconoció las limitaciones de los coches de prueba, afirmando: «No podemos depender solo de los coches de prueba porque no sería sensato.» Agregó que los equipos probablemente obtendrán datos más precisos de las pruebas realizadas en sus propios simuladores. Pirelli planea seguir proporcionando a los equipos un modelo virtual del neumático para su uso en sus simuladores, y dependerá de esa retroalimentación para guiar futuras mejoras. «Y esta es la dirección correcta en la que debemos continuar,» afirmó Isola.
A medida que continúa la cuenta regresiva para la temporada 2026, Pirelli, los equipos y los pilotos estarán trabajando arduamente para asegurar que los nuevos neumáticos cumplan con las exigencias de alta velocidad y alto riesgo de las carreras de Fórmula 1. A pesar del escepticismo inicial de Russell, la esperanza es que los neumáticos más estrechos, con el tiempo, demuestren ser un paso positivo en lugar de un paso atrás.