El Grupo Geely Holding, que posee Volvo, Lotus y Polestar, así como el 50% de smart y una participación minoritaria en Aston Martin y una empresa conjunta con Renault, no construirá plantas de ensamblaje de automóviles en Europa y EE. UU.
La confirmación fue realizada por el presidente del grupo chino, Li Shufu, quien cree que el avance de la globalización en la industria automotriz se está estancando y el mundo enfrenta un exceso de fábricas.
Así, el Grupo Geely se centrará en mejorar la coordinación con Volvo y otros socios, incluyendo a Renault y varias otras marcas, en EE. UU. y Europa.
Geely y otras marcas están enfrentando actualmente una competencia creciente en China por parte de fabricantes de automóviles tradicionales y startups como Xiaomi. Además, BYD ha lanzado una fuerte guerra de precios que ha provocado un reciente aumento en las ventas, pero también una reducción en las ganancias en todo el sector, ya que otras marcas se han visto obligadas a bajar los precios de sus modelos también.
Además, los comentarios de Li Shufu llegan en un momento en que la economía global se ve afectada por una «guerra» comercial entre EE. UU. y China, que ha excluido efectivamente al sector automotriz chino del mercado estadounidense debido a los altos aranceles sobre los vehículos eléctricos.