En las últimas carreras, cuatro equipos hicieron ajustes en la carenado del halo o en el apoyo para la cabeza del cockpit, resaltando la sensibilidad del área alrededor de la cabeza del piloto en relación con la aerodinámica. Mercedes agregó pequeñas aletas detrás del halo en Shanghái para controlar el flujo de aire y mejorar el flujo hacia el ala trasera. Williams hizo una modificación mínima en la forma del carenado en la parte central del halo para mejorar la eficiencia aerodinámica. Red Bull modificó la forma del apoyo para la cabeza para reducir la separación del flujo de aire. Alpine realineó sus aletas del halo en Mónaco para distribuir mejor el flujo de aire hacia el ala trasera. Estos cambios pueden no ser significativamente visibles, pero demuestran los beneficios potenciales de optimizar el área alrededor de la cabeza del piloto, que ha sido un desafío durante muchos años.
Mirando hacia atrás, en 1996, la Fórmula 1 introdujo regulaciones que requerían un apoyo para la cabeza que protegiera la cabeza de los pilotos contra impactos laterales. Esto llevó a la implementación de varios diseños. Ross Brawn, en ese momento en Benetton, criticó los diseños de Williams y Jordan, comparándolos desfavorablemente con los de su equipo y Ferrari. Esto llevó a los equipos a examinar de cerca el flujo de aire alrededor de la cabeza del piloto y la apertura del airbox en 1997. El flujo de aire dentro del airbox tenía un impacto significativo en el rendimiento del motor, con presión positiva resultando en más potencia. Williams tenía una ventaja en el diseño del airbox al conocer a sus pilotos más temprano en el proceso de diseño del coche.
La posición precisa de la cabeza del piloto era crucial para definir esa área. Diferencias en la altura y proporciones corporales de los pilotos podrían afectar la apariencia general. Los patrones de flujo en el airbox y alrededor de la cabeza del piloto eran similares entre Williams y Jordan, aunque el diseño de Williams era más detallado. Aumentar el tamaño de la abertura no garantizaba una mayor presión y potencia. El orden de encendido del motor y la transferencia de combustible entre los cilindros también influenciaban el flujo de aire. Los motores turbo modernos tienen menos dependencia del diseño de admisión, pero la turbulencia causada por el casco del piloto puede afectar la eficiencia de enfriamiento y downforce. George Russell ha sentido turbulencia en el casco en esta temporada.
El reposacabezas y el montaje trasero del halo pueden obstruir el flujo de aire cerca de la cabeza del piloto. Carenados de tamaño limitado alrededor de la estructura del halo pueden redirigir el flujo de aire. La estructura del flujo alrededor del reposacabezas es influenciada por el diseño del casco. Agregar aberturas de conductos de enfriamiento en el área bloqueada puede ayudar a gestionar el flujo de aire y mantener la consistencia. El coche de Red Bull muestra este concepto con sus entradas destacadas. Cada componente del coche juega un papel crucial en el rendimiento aerodinámico, y acertar en los detalles del reposacabezas, la posición del piloto y los carenados del halo puede tener un impacto significativo en los tiempos de vuelta. Por lo tanto, se esperan más desarrollos en esta área.