El futuro de las carreras de pista corta está en juego mientras NASCAR continúa vacilando en su compromiso de reconstruir el icónico Auto Club Speedway en el sur de California. El año pasado, el presidente de NASCAR, Steve Phelps, aseguró a los aficionados la intención de la organización de mantener su presencia en la región. Sin embargo, la ambigüedad prevalece ya que los altos mandos permanecen en silencio sobre el cronograma del proyecto, lo que genera una creciente preocupación entre la comunidad de carreras.
Auto Club Speedway, cariñosamente conocido como el California Speedway, ha sido un pilar de NASCAR desde 1997 hasta 2023. Los aficionados quedaron decepcionados cuando una gran sección de la querida pista ovalada de dos millas fue vendida a desarrolladores, a pesar de las promesas de una nueva instalación de carreras. El plan inicial era transformar la pista existente en un óvalo corto. Sin embargo, no se ha visto un progreso significativo desde la victoria del legendario Kyle Busch en 2023, y las respuestas de NASCAR han estado lejos de ser reconfortantes.
NASCAR tenía planes ambiciosos para el Auto Club Speedway, vendiendo 433 acres de terreno por una impresionante suma de $569 millones y reteniendo solo 90 acres para un nuevo establecimiento. La visión era construir una pista corta moderna, similar a Martinsville, que cautivara a los aficionados con carreras emocionantes. El entusiasmo fue alto cuando se presentó el plano, pero el proyecto ha estado estancado desde entonces, dejando a los aficionados y a los corredores en la incertidumbre.
Cuando se le preguntó sobre la demora, la vaga respuesta del presidente de la región oeste de NASCAR, Dave Allen, no hizo nada para calmar las preocupaciones de los aficionados. Allen, en una entrevista con Los Angeles Times, admitió que las decisiones estratégicas sobre el proyecto aún están pendientes, dejando el futuro del Speedway incierto.
Esta indecisión podría resultar costosa para NASCAR, no solo financieramente, sino también en términos de su reputación. La tierra vendida por NASCAR ya se está desarrollando en el Speedway Commerce Center, un extenso centro para negocios y posibles áreas residenciales. No es un secreto que las pistas de carreras y las áreas residenciales no son los mejores vecinos.
Allen ha insinuado que el plan para convertir el Auto Club Speedway en un óvalo corto de media milla sigue sobre la mesa, pero falta claridad. Mientras tanto, el destino del Speedway está en la balanza, y NASCAR parece abierta a sugerencias, indicando una disposición a colaborar con posibles socios.
Como están las cosas, la única carrera de NASCAR que se lleva a cabo en California es el evento de carretera en Sonoma. Los intentos anteriores de asegurar el Gran Premio de Long Beach no tuvieron éxito, dejando a los aficionados preguntándose si otro circuito icónico será abandonado.
Sin embargo, hay un rayo de esperanza. Recientemente, NASCAR ha mostrado una inclinación hacia honrar sus circuitos históricos. El regreso al Bowman Gray Stadium en 2025, el exitoso evento de pretemporada, la reactivación del Rockingham Speedway y la renovación del North Wilkesboro Speedway demuestran una tendencia prometedora.
A pesar de encontrarse en una encrucijada entre preservar la tradición y buscar la innovación, los recientes pasos de NASCAR podrían insinuar un posible plan de revitalización para el Auto Club Speedway. Si bien es crucial atraer a una audiencia más joven con eventos novedosos como la Carrera Callejera de Chicago y la carrera internacional en la Ciudad de México, mantener una conexión con los aficionados de base es igualmente importante.
La necesidad del momento es un curso de acción definitivo por parte de NASCAR para restaurar su antigua gloria en el sur de California y reafirmar su compromiso con su apasionada base de aficionados. Solo el tiempo dirá si el Auto Club Speedway rugirá de nuevo o se desvanecerá en un recuerdo distante.