La Ambetter Health 400 en el Atlanta Motor Speedway se esperaba que fuera una carrera llena de adrenalina para los fanáticos de NASCAR. Sin embargo, terminó siendo un desastre de relaciones públicas para FOX, el transmisor oficial de NASCAR. Por segunda vez en una semana, la cadena fue criticada por priorizar los comerciales sobre momentos críticos de la carrera, dejando a los fanáticos frustrados y enojados.
El debacle del Daytona 500 aún estaba fresco en la mente de los fanáticos cuando FOX tropezó nuevamente con su cobertura de Atlanta. Durante el Daytona 500, la cadena recibió críticas considerables por perder momentos importantes, como el esperado sobrevuelo de los Thunderbirds de la Fuerza Aérea. Para empeorar las cosas, su enfoque en contenido obsoleto en lugar de la acción en vivo solo aumentó la ira de los fanáticos.
No es de sorprender que los fanáticos esperaran una mejor experiencia de transmisión en Atlanta. Desafortunadamente, FOX no solo no cumplió con estas expectativas, sino que, de hecho, logró agravar aún más a los fanáticos.
En Atlanta, el transmisor cometió tres errores significativos que llevaron a una avalancha de indignación entre los fanáticos. El más evidente fue su falta de cobertura de múltiples banderas amarillas. Los fanáticos que sintonizaban para disfrutar de una emocionante carrera se vieron en su lugar sometidos a una incesante cadena de comerciales. Cada vez que la transmisión regresaba de un corte comercial, los espectadores ya habían perdido incidentes cruciales. Un fanático descontento resumió el sentimiento de manera sucinta, diciendo: “Cada bandera amarilla ha sido mientras estábamos en comerciales. ¡Nunca falla!”
El mal manejo de FOX no se limitó a la publicidad excesiva. La cadena también pasó por alto al menos tres períodos de precaución al cambiar a anuncios. Cuando la transmisión finalmente regresó, pasó rápidamente por las repeticiones. Esto dejó a los fanáticos desorientados y sin saber qué había sucedido en la pista de carreras.
Una de estas instancias fue la advertencia emitida debido a que Todd Gilliland enfrentaba un problema con un neumático que dejó escombros en la pista. Bob Pockrass de FOX Sports tuiteó sobre el incidente, y los aficionados respondieron expresando su frustración por haber aprendido sobre la advertencia solo a través de su tuit, no de la transmisión oficial.
La Daytona 500, la carrera insignia de NASCAR, también sufrió por las cuestionables decisiones de transmisión de FOX. La cadena no logró transmitir el muy anticipado sobrevuelo de los Thunderbirds de la Fuerza Aérea, una tradición significativa antes de la carrera. Además, la transmisión estuvo llena de repeticiones mal cronometradas, comerciales incesantes y un abrumador enfoque en momentos fuera de la pista.
El fracaso de FOX en priorizar la carrera no fue un problema nuevo. En 2023, la cadena interrumpió un momento crítico cuando Kevin Harvick estaba haciendo un movimiento en Daytona con un corte comercial. Con los derechos de medios de NASCAR en transición en 2025, los errores consecutivos de FOX en Daytona y Atlanta han generado dudas sobre su capacidad para proporcionar una cobertura de carrera de calidad.
Los aficionados de NASCAR son conocidos por su pasión y no se contuvieron en sus críticas sobre el manejo de las transmisiones por parte de FOX. Durante el Ambetter Health 400, las redes sociales estaban llenas de quejas. Muchos señalaron la excesiva concentración de comerciales, notando que aunque los comerciales lado a lado permitían cierta visibilidad de la carrera, estaban ocurriendo con demasiada frecuencia.
El momento de los comerciales también recibió críticas. Parecía que cada vez que se estaba formando una emocionante batalla, FOX cortaba a un descanso publicitario. Cuando ocurrió un choque o una advertencia durante un anuncio, algunos aficionados especularon que era intencional para acomodar más comerciales.
Con los derechos de televisión de NASCAR en una encrucijada, se espera que las críticas y comparaciones se intensifiquen. FOX, por lo tanto, necesita considerar seriamente las quejas de los aficionados y hacer los cambios necesarios en su estrategia de transmisión. La cadena debe recordar que en el corazón de cada carrera está la experiencia de los aficionados, y cualquier fallo en priorizar esto arriesga alienar a su audiencia.