Lewis Hamilton culminó una asociación de una década con Mercedes de manera inolvidable, ofreciendo una conducción magistral en el Gran Premio de Abu Dabi. Comenzando en el 16º lugar tras una desastrosa sesión de clasificación, el siete veces campeón del mundo se abrió camino a través del pelotón para terminar en cuarto lugar, superando a su compañero de equipo George Russell en una dramática maniobra en la última vuelta.
Pero el momento que realmente robó el espectáculo llegó después de la carrera, cuando Hamilton emergió del humo de los donuts celebratorios, se arrodilló junto a su W14 y acarició tiernamente el coche que simbolizaba su histórica trayectoria con las Flechas de Plata.
«El Mayor Honor de Mi Vida»
El emotivo tributo de Hamilton a su coche y equipo de Mercedes reflejó la gravedad del momento. Después de más de una década de asociación, 82 victorias y seis campeonatos mundiales juntos, esta fue su última carrera con el equipo antes de mudarse a Ferrari en 2025.
“Cuando paré el coche, solo quería abrazar el momento,” dijo Hamilton. “Este coche, este equipo—ha sido el mayor honor de mi vida representar a Mercedes. Cada pole, cada victoria, cada campeonato que hemos tenido juntos, ha sido extraordinario.”
Una Conducción para Recordar
El desempeño de Hamilton fue quintessentialmente él—resiliente, calculado y eléctrico. Después de una salida en Q1 causada por un bolardo errante que se atascó debajo de su coche, Hamilton enfrentó una batalla cuesta arriba. Pero su recuperación, destacada por un atrevido adelantamiento por fuera a Russell, mostró por qué sigue siendo uno de los mejores del deporte.
“No fue el final de cuento de hadas que esperábamos,” admitió Hamilton. “Pero en cada vuelta, di todo. ¿Ese último adelantamiento a George? Se sintió como una despedida apropiada.”
De McLaren a Mercedes: Un Legado Como Ninguno Otro
Cuando Hamilton se unió a Mercedes en 2013, el escepticismo era generalizado. Dejar McLaren, donde fue campeón del mundo, por un equipo que aún no había alcanzado su potencial parecía una apuesta arriesgada. Pero la historia demostró que fue un golpe maestro. Juntos, Hamilton y Mercedes revolucionaron la Fórmula 1, dominando la era turbo-híbrida con una racha de éxitos sin precedentes.
“Recuerdo conocer a Niki [Lauda] y tomar la decisión,” recordó Hamilton. “Quería un nuevo desafío, y Mercedes me dio eso y más. Fue un salto de fe, pero fue la mejor decisión de mi vida.”
Altibajos y Historia
La asociación de Hamilton con Mercedes no se trató solo de campeonatos, sino de momentos que definieron una era. Desde sus titánicas batallas con Nico Rosberg hasta la desilusión de perder el título de 2021 en circunstancias controvertidas, Hamilton mostró resiliencia en cada giro. Su adaptabilidad y búsqueda incansable de la excelencia elevaron tanto a él como al equipo a un estatus icónico.
Pero 2024 trajo nuevos desafíos. Con su traslado a Ferrari anunciado a principios de año, Hamilton admitió que la transición tensó las relaciones dentro del equipo.
“La primera reunión con Toto [Wolff] este año fue incómoda,” confesó Hamilton. “Subestimé lo difícil que sería emocionalmente. No estaba en mi mejor momento para manejarlo, pero el vínculo que hemos construido a lo largo de los años es inquebrantable.”
Un Nuevo Capítulo Espera
A medida que Hamilton se prepara para vestir de rojo Ferrari, la magnitud de su partida resuena profundamente. Al igual que la legendaria carrera de Michael Schumacher con Ferrari, el tiempo de Hamilton en Mercedes será el punto de referencia contra el cual se medirán todas las futuras asociaciones entre pilotos y equipos.
“Este es el final de una era,” dijo Hamilton. “Pero siempre llevaré conmigo estos recuerdos y relaciones. Lo que logramos juntos puede que nunca se iguale.”
Un Legado Asegurado
La despedida de Hamilton de Mercedes no es solo el final de un capítulo, es el cierre de una era dorada en la historia de la Fórmula 1. Al embarcarse en un nuevo viaje con Ferrari, su lugar en el panteón del deporte está asegurado. Para Mercedes, el desafío ahora es construir un futuro sin el piloto que ayudó a definirlos.
Cuando Hamilton se alejó de su W14 por última vez, su gesto de gratitud capturó la esencia de su legado: una carrera construida sobre la pasión, la resiliencia y un impulso inquebrantable hacia la grandeza.