Elecciones de la FIA: Mohammed Ben Sulayem obtiene un camino incontestable hacia la presidencia en medio de la controversia
En un desarrollo sorprendente que ha enviado ondas de choque a través de la comunidad del automovilismo, la Fédération Internationale de l’Automobile (FIA) ha declarado oficialmente a Mohammed Ben Sulayem como el único candidato para las próximas elecciones presidenciales programadas para el próximo mes. Este anuncio marca un momento crucial en una de las batallas por el liderazgo más controvertidas que se han visto en años.
Un documento recientemente publicado, ominosamente titulado “Elecciones FIA 2025 – Lista de Candidatos Presidenciales Elegibles,” revela una única lista preaprobada encabezada por Ben Sulayem, dejando sin espacio a contendientes opuestos. Notablemente, el documento enumera cada puesto ya ocupado, sellando efectivamente el destino de cualquier rival potencial. La decisión de la FIA llega tras un importante alboroto en torno a las nuevas reglas de elegibilidad de la federación, particularmente la estipulación de que los candidatos deben tener apoyo regional, un requisito que ha dejado al margen a los competidores.
Fabiana Ecclestone, la Vicepresidenta de Deporte de la FIA en América del Sur, surge como la única candidata elegible de su región para el Consejo Mundial del Deporte del Motor, alineándose con la lista de Ben Sulayem y reduciendo aún más el campo de alternativas. Los críticos son rápidos en señalar que esta consolidación de poder podría sofocar la democracia dentro de la organización.
Sumando al drama, la candidata suiza Laura Villars, quien estaba lista para desafiar a Ben Sulayem, no se rendirá sin luchar. Actualmente se encuentra inmersa en una batalla legal en París, buscando suspender la elección programada para el 12 de diciembre. Villars argumenta que las nuevas reglas infringen el derecho a una candidatura competitiva, una afirmación que, si se valida, podría alterar drásticamente el panorama electoral. Se anticipa un veredicto del tribunal francés el 3 de diciembre, solo unos días antes de la elección.
Si el tribunal no interviene, parece que Ben Sulayem está destinado a asegurar un segundo mandato al frente de la FIA, lo que genera inquietudes y preocupaciones sobre la futura gobernanza del organismo regulador más poderoso del automovilismo. Las implicaciones de esta elección sin oposición podrían resonar en todo el mundo de las carreras, mientras las partes interesadas lidian con las ramificaciones de un liderazgo carente de competencia.
A medida que se asienta el polvo, la comunidad del automovilismo observa de cerca. ¿Se mantendrán las controvertidas nuevas reglas de la FIA, o los desafíos legales darán paso a una era de reformas muy necesarias? El tiempo corre, y los ojos del mundo de las carreras están fijos en París.








