En un giro sorprendente de los acontecimientos, el sistema de ensamblaje de ruedas y frenos de McLaren en la Fórmula 1 fue sometido a una exhaustiva inspección por parte de la FIA tras el Gran Premio de Miami. La inspección, que fue provocada por sospechas de equipos rivales, tenía como objetivo asegurar el cumplimiento de McLaren con las regulaciones de la F1.
Los rumores circulaban de que McLaren había descubierto un método único para mejorar la refrigeración de los frenos, mejorando posteriormente su gestión de la temperatura de los neumáticos. Red Bull incluso obtuvo imágenes térmicas de las paradas en boxes en el GP de Japón, sugiriendo que los tambores de freno de McLaren estaban operando a temperaturas más bajas que sus competidores.
A pesar de las aprobaciones anteriores por parte de la FIA, se llevó a cabo un examen detallado posterior a Miami para disipar cualquier duda. La inspección, parte de los controles de rutina en coches seleccionados después de cada carrera, examinó específicamente los ensamblajes de ruedas de McLaren, incluido el sistema de frenos, los tambores y las ruedas.
Tras la inspección, la FIA confirmó que todos los componentes del MCL39 de McLaren estaban en total cumplimiento con las regulaciones técnicas de la Fórmula 1 de 2025. Notablemente, el examen se centró en asegurar la adherencia a las regulaciones que prohíben el uso de líquidos para la refrigeración de frenos y la manipulación de las temperaturas de los neumáticos a través de medios no autorizados.
Además, la FIA reiteró su postura contra los equipos que emplean tecnologías no convencionales para controlar artificialmente las temperaturas de frenos o neumáticos. Las regulaciones exigen estrictamente que solo se puede utilizar el flujo de aire generado por el movimiento del coche para fines de refrigeración, prohibiendo el uso de cualquier otro método o dispositivo.
En una inspección paralela, el Ferrari de Charles Leclerc también fue examinado para verificar el cumplimiento de las reglas que rigen el ensamblaje del volante, el dispositivo de operación del embrague y las regulaciones electrónicas, con el equipo recibiendo un visto bueno.
El riguroso escrutinio de la FIA y la posterior aprobación tanto de McLaren como de Ferrari subrayan el compromiso de mantener la integridad y la equidad de la competencia en la Fórmula 1. Con las especulaciones disipadas y las regulaciones estrictamente aplicadas, la atención ahora se centra nuevamente en la emocionante acción en pista mientras los equipos se preparan para el próximo Gran Premio de Emilia Romagna en Imola.