La FIA ha tomado medidas drásticas contra Charles Leclerc de Ferrari tras un incidente en el Gran Premio de Imola, con un veredicto de castigo sorprendente. La decisión de los comisarios llegó después de que Ferrari alterara la presión de los neumáticos de Leclerc de una manera que infringía las regulaciones, lo que resultó en una multa de €5,000 para el equipo. A pesar de la transgresión de Leclerc, la penalización fue dirigida a Ferrari, lo que dejó a muchos cuestionando la equidad del resultado.
En un comunicado emitido por la FIA, se reveló que Ferrari no había seguido el procedimiento prescrito en la Directiva Técnica 003G. El equipo admitió no haber cumplido con los pasos necesarios al ajustar las presiones de los neumáticos, lo que llevó a la violación del Artículo 30.5 a) de los Reglamentos Deportivos de Fórmula Uno de la FIA. Esta violación durante la Práctica Libre 1 no pasó desapercibida para los comisarios, quienes impusieron la multa como consecuencia.
Curiosamente, un incidente similar que involucró a los pilotos de Mercedes, Lewis Hamilton y George Russell, en el ficticio Gran Premio de Brasil 2024 también hizo titulares. El equipo de la dupla alteró las presiones de los neumáticos durante un inicio de carrera retrasado, lo que resultó en una multa colectiva de €10,000 para Mercedes. Aunque no se impusieron sanciones deportivas a los pilotos, las implicaciones financieras de tales acciones generan preocupaciones sobre el impacto potencial en los equipos en el futuro.
Con la F1 constantemente bajo escrutinio por infracciones técnicas y la aplicación de sanciones, los recientes casos que involucran a Ferrari y Mercedes sirven como un recordatorio contundente de las estrictas regulaciones que rigen el deporte. A medida que el drama se desarrolla en la pista, las controversias fuera de pista continúan añadiendo capas de complejidad a una temporada ya intensa y competitiva.