En una emocionante exhibición de velocidad y habilidad, el piloto español Albert Costa maniobró magistralmente su Ferrari 296 GT3 de DragonSpeed #81 para conseguir la pole position en la competencia GTD PRO. Su notable tiempo de vuelta de 1:59.131 afirmó la dominancia de su Ferrari, eclipsando las actuaciones de Lauren Heinrich, quien conducía el Porsche 911 GT3R #77 de AO Racing, y Neil Verhagen, al volante del BMW M4 GT3 Evo #1 de Paul Miller Racing, que aseguraron la segunda y tercera posiciones respectivamente.
Sin embargo, en un giro inesperado, el tiempo de vuelta más rápido provino de la categoría GTD, donde Alessandro Pier Guidi mostró su destreza al volante en otro Ferrari, un modelo #21 de AF Corse. Pier Guidi, con un tiempo de vuelta igualmente impresionante de 1:59.131, aseguró la pole position para el equipo italiano en un grupo de 20 coches, demostrando una vez más la supremacía de Ferrari en el mundo de las carreras.
En la categoría GTD, Kenton Koch dio una actuación encomiable para asegurar la segunda posición con Korthoff Motorsports y Mercedes. Jack Hawksworth, representando a Lexus y Vasser Sullivan, reclamó el tercer puesto. Hawksworth, a pesar de un esfuerzo valiente, se quedó corto por casi cuatro décimas de segundo frente al piloto de Ferrari, Pier Guidi, quien mantuvo un ritmo constante durante toda la sesión en su Ferrari 296 GT3 #21 de AF Corse.
La competencia fue feroz, con Koch apenas superando a Hawksworth por solo 0.005 segundos. Phil Ellis, conduciendo el Mercedes-AMG GT3 #57 de Winward Racing, ocupó el cuarto lugar, aunque a más de medio segundo detrás del líder Pier Guidi. En quinto lugar se encontraba Lorenzo Patrese, pilotando el Ferrari #47 de Cetilar Racing, quien quedó a 0.917 segundos de su compatriota en la pole de la categoría.
Los eventos en Sebring han cimentado indudablemente la posición de Ferrari en la pole tanto en las categorías GTD Pro como GTD. El rendimiento implacable de Albert Costa y Alessandro Pier Guidi ejemplifica la potencia y precisión que Ferrari aporta al circuito de carreras, estableciendo un alto estándar para que la competencia lo siga.