La controversia del Gran Premio de Singapur de 2008, un momento crucial en la historia de la Fórmula 1, sigue resurgiendo 16 años después mientras Felipe Massa busca justicia por lo que cree que fue una carrera manipulada. Massa, quien lideraba la carrera antes de que un accidente provocara el despliegue del Safety Car, finalmente perdió debido a un error en la parada en boxes que le costó un tiempo valioso. El caos resultante permitió a Fernando Alonso asegurar la victoria, mientras las esperanzas de Massa por el campeonato se desmoronaron.
Massa, convencido de que la carrera fue manipulada deliberadamente, ha iniciado acciones legales contra la FIA, la Fórmula One Management (FOM) y el exjefe de la F1 Bernie Ecclestone. El brasileño afirma que a pesar de que Ecclestone conocía el incidente, no actuó, obstaculizando una investigación completa que podría haber alterado el curso del campeonato. Los críticos han señalado el silencio de Ecclestone como un factor clave en el resultado que vio a Lewis Hamilton ganar el título por un solo punto sobre Massa.
Massa reveló recientemente que Ecclestone, ahora de 93 años, lo animó a tomar acciones legales si se sentía agraviado. “Sí. Dijo que tengo derecho a ir a los tribunales. Conozco su estilo. Sé cómo es. Y sé tantas cosas que suceden en la Fórmula 1 que muchas personas pueden no conocer”, explicó Massa, aludiendo a la compleja política detrás de escena del deporte.
El brasileño de 43 años insiste en que su batalla legal no es contra Hamilton, a quien respeta como un siete veces campeón del mundo. En cambio, el enfoque de Massa está en lo que él considera una manipulación injusta de los resultados de la carrera y la falta de acción de la FIA. “Para ser honesto, la lucha no es con Lewis. Lewis no tiene nada que ver con esta lucha. La lucha es por lo que sucedió en la carrera, que no fue algo correcto para el deporte”, aclaró Massa.
Si el caso de Massa tiene éxito, podría llevar a una reescritura dramática de los libros de historia, potencialmente despojando a Hamilton de su primer campeonato y otorgando el título a Massa. La demanda de Massa no solo busca el reconocimiento como el legítimo campeón de F1 de 2008, sino que también exige una compensación por las pérdidas financieras y profesionales que sufrió como resultado del controvertido desenlace de la carrera.
El caso destaca las tensiones persistentes y las dinámicas políticas que continúan influyendo en la Fórmula 1 mucho después de que se haya bajado la bandera a cuadros. Si la búsqueda de justicia de Massa dará resultados, aún está por verse, pero el brasileño está decidido a arrojar luz sobre lo que considera una injusticia significativa en la historia del deporte.