En una batalla acalorada por el poder y la dominación en la temporada de Fórmula 1 2026, Mercedes se niega a retroceder, causando conmoción e incertidumbre en el mundo de las carreras.
La Comisión de F1 convocó una reunión crucial ayer, donde las discusiones sobre las unidades de potencia 2026 aumentaron las tensiones entre los equipos. Si bien se confirmaron las paradas en boxes obligatorias en el Gran Premio de Mónaco, el enfoque permaneció en los cambios propuestos a las regulaciones de las unidades de potencia.
Mercedes, un jugador clave en el deporte, se opuso vehementemente a la sugerencia del departamento técnico de la FIA de reducir la potencia eléctrica durante las carreras. La disminución propuesta de 350 kW a 200 kW alteraría el equilibrio actual, pasando de una división 50-50 a 65-35. Toto Wolff de Mercedes desestimó la idea como una «broma», destacando la creciente división entre los equipos sobre la dirección futura de la Fórmula 1.
En medio del choque de intereses, surgieron discusiones sobre la gestión de posibles desafíos financieros para los fabricantes de motores. Los equipos compiten por ventajas y concesiones, con Mercedes abogando por la estabilidad y la adherencia a las reglas existentes. Se están explorando la posibilidad de concesiones, como horas adicionales en el dinamómetro y límites de presupuesto extra para el desarrollo de unidades de potencia, para abordar preocupaciones sobre la competitividad y la fiabilidad.
A medida que el debate continúa, el destino de las regulaciones de 2026 pende de un hilo, con los equipos luchando por asegurar sus posiciones de poder en la pista. Mantente atento mientras la batalla por la supremacía en la Fórmula 1 se intensifica, con cada decisión moldeando el futuro del deporte.