Los pilotos de Fórmula 1 critican a la FIA por la controvertida reversión de la prohibición de groserías
El mundo de la Fórmula 1 está en caos mientras los pilotos expresan su indignación por la gestión de la FIA en la saga de la prohibición de groserías. George Russell, un piloto de Mercedes, ha sido vocal en su crítica, calificando la situación como un «desastre ridículo» y cuestionando la integridad de la FIA al revertir la prohibición.
Russell condenó a la FIA por implementar la prohibición en primer lugar, afirmando que las sanciones por lenguaje grosero «nunca debieron haber sucedido.» A pesar de los recientes ajustes a la regla, Russell se negó a elogiar al organismo rector, enfatizando que la prohibición nunca debió haber existido.
El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, lideró una revisión integral del Código Deportivo Internacional, resultando en multas reducidas por groserías y otorgando a los comisarios la autoridad para suspender sanciones bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, Russell expresó su frustración con la gestión de la FIA sobre el tema, destacando la falta de comunicación por parte de altos funcionarios de la FIA.
Max Verstappen también se pronunció sobre la controversia, expresando alivio de que la FIA reconociera que la decisión inicial fue «demasiado agresiva.» El piloto neerlandés aplaudió el enfoque revisado, pero subrayó la necesidad de más cambios dentro de la organización.
Mientras tanto, Lewis Hamilton, un siete veces Campeón del Mundo, describió toda la saga como «ridícula» y enfatizó la necesidad de cambios significativos. Hamilton criticó el estado actual de las cosas dentro de la FIA, pidiendo un enfoque más transparente y receptivo para abordar las preocupaciones de los pilotos.
Como director de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), Russell y sus colegas redactaron una carta a la FIA tras el Gran Premio de Sao Paulo, expresando su descontento con la falta de diálogo y compromiso por parte del organismo rector. Russell enfatizó la importancia de la cooperación mutua y la comunicación para resolver eficazmente los problemas en curso.
La comunidad de Fórmula 1 sigue dividida sobre la controvertida reversión de la prohibición de groserías de la FIA, con los pilotos exigiendo mayor transparencia, comunicación y responsabilidad por parte del organismo rector. A medida que avanza la temporada, el foco de atención permanece en los procesos de toma de decisiones de la FIA y la presión de los pilotos por cambios significativos dentro del deporte.