En un giro sorprendente de los acontecimientos en la clasificación para la pole del Indy 500, Josef Newgarden y Will Power de Team Penske enfrentaron descalificación debido a modificaciones no autorizadas en sus coches. Mientras todos los ojos están puestos en las alteraciones del atenuador trasero, el verdadero problema radica en cómo estos cambios pasaron desapercibidos durante más de un año.
El atenuador trasero juega un papel crucial en un IndyCar, absorbiendo el impacto de choques y reduciendo las fuerzas g que experimenta el conductor. Las recientes modificaciones a estas piezas, particularmente el alisado de paneles, han levantado cejas y preguntas sobre el cumplimiento de las regulaciones.
En medio de actualizaciones y boletines obligatorios de Dallara, Team Penske supuestamente recibió atenuadores modificados a principios de 2024. Fuentes revelan que el equipo incluso intentó ocultar las alteraciones aplicando un compuesto oscuro a los bordes, lo que ha generado debates sobre las implicaciones éticas de tales acciones.
Expertos de la industria han debatido si los atenuadores alisados podrían proporcionar una ventaja en el rendimiento, con algunos argumentando que el impacto aerodinámico sería mínimo. Sin embargo, la flagrante violación de las reglas no puede ser ignorada, lo que llevó a la descalificación de los coches afectados.
El proceso de inspección técnica de IndyCar ha sido objeto de escrutinio por no detectar estas violaciones anteriormente, lo que ha provocado llamados a una revisión de sus procedimientos. Las sanciones impuestas a Team Penske han sido consideradas excesivas por algunos, teniendo en cuenta las circunstancias del descubrimiento.
Mientras la comunidad del automovilismo lidia con este escándalo, surgen preguntas sobre la integridad del deporte y las responsabilidades de los equipos y oficiales por igual. De cara al futuro, puede ser necesario un control más estricto y un mayor escrutinio de los componentes del coche para mantener el espíritu de la competencia justa en IndyCar.