En un emocionante enfrentamiento en Imola, Sebastien Buemi de Toyota chocó ferozmente con Antonio Fuoco de Ferrari en la última hora de la carrera, enviando ondas de choque a través del Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA.
A medida que las 6 Horas de Imola alcanzaban su clímax, una ligera lluvia inicial amenazaba con alterar las cosas, con el Hypercar 499P de Ferrari dominando gran parte de la carrera. Sin embargo, una parada en boxes estratégica de Alessandrio Pier Guidi (#51 Ferrari) preparó el escenario para una batalla emocionante por el liderazgo entre Buemi en el Toyota GR010 Hybrid #8 y Fuoco en el Ferrari #50.
Mientras tanto, Sheldon van der Linde del BMW M Hybrid V8 Hypercar #20 de WRT mantenía la tercera posición, con Pier Guidi y el Alpine A424 Hypercar #36 de Mick Schumacher pisándole los talones. Nyck de Vries en el Toyota GR010 Hybrid Hypercar #7 luchaba incansablemente por adelantar al Hypercar #20 de WRT de Robin Frijns para el cuarto lugar.
A medida que la tensión aumentaba, maniobras inesperadas y estrategias de paradas en boxes mantenían a los aficionados al borde de sus asientos. Desde adelantamientos audaces hasta cambios tácticos de neumáticos, cada momento era crucial para determinar el resultado de la carrera.
En la categoría LMGT3, Richard Lietz del Manthey Porsche 911 LMGT3.R #92 mostró sus habilidades, liderando el grupo por delante de competidores feroces como Kelvin van der Linde en el WRT BMW M4 GT3 Evo #46 y el Lexus RC F LMGT3 #87 de Jose Maria Lopez.
Pero el drama no se detuvo ahí: incidentes y penalizaciones añadieron una capa de imprevisibilidad a la carrera, con los pilotos llevándose al límite en una búsqueda por la victoria. Desde penalizaciones de stop-and-go hasta intensas batallas en pista, cada giro y vuelta mantenía a los aficionados pegados a la acción.
En última instancia, a medida que la carrera llegaba a su fin, fue una prueba de habilidad, estrategia y pura determinación. El choque entre Buemi y Fuoco fue solo un capítulo en una saga llena de adrenalina que dejó a los espectadores sin aliento y deseando más.