La asombrosa victoria de Charles Leclerc sobre Lewis Hamilton en el Gran Premio de China, a pesar de haber sufrido daños en el ala delantera en la primera vuelta, continúa generando sorpresa. Un incidente de carrera aparentemente desafortunado en las fases iniciales vio a los dos Ferraris rozarse entre sí en las Curvas 1-3, lo que resultó en la destrucción de la placa delantera izquierda de Leclerc. Ni Hamilton ni el jefe del equipo Ferrari, Fred Vasseur, señalaron culpables, coincidiendo en que fue un mero contratiempo de carrera.
La intriga radica en cómo Leclerc, cargando con el peso del daño en el ala delantera, superó a Hamilton, lo que llevó a Ferrari a instruir a Hamilton para que cediera su posición a Leclerc. Esta maniobra se llevó a cabo en la Curva 1 en la vuelta 21 de las 56 de la carrera. Curiosamente, esto ocurrió después de que Ferrari tomara la decisión estratégica de no reemplazar el ala delantera dañada de Leclerc durante su parada en boxes anterior.
Aunque la velocidad de Leclerc disminuyó hacia las etapas finales de la carrera, permitiendo que Max Verstappen se apoderara del cuarto lugar, logró mantener a raya a un Hamilton revitalizado, asegurando el quinto lugar. Sin embargo, una posible descalificación se cierne sobre Leclerc, junto con Pierre Gasly de Alpine, ya que sus vehículos no cumplieron con el requisito mínimo de peso después de la carrera.
La decisión de continuar con un ala delantera dañada no fue el resultado de que Leclerc fuera más rápido con ella. En cambio, fue un movimiento calculado por parte de Ferrari para priorizar la posición en pista en una carrera donde era crítico. Si hubieran reemplazado el ala, Leclerc habría cedido su posición en pista a Verstappen debido a los cinco segundos adicionales necesarios para el procedimiento. Dada la dificultad que enfrentó Leclerc a través de la larga curva derecha 12/13 que lleva a la recta trasera, Ferrari no podía arriesgarse a perder más terreno.
Después de la carrera, Leclerc desestimó la idea de que su Ferrari era más rápido con el ala dañada. Argumentó que el daño le costó un desafío potencial contra los formidables McLarens. Añadió: «Sentí que había mucho más potencial, destruir los delanteros [neumáticos] y [perder] 30 puntos de carga aerodinámica es una cantidad enorme. No espero que el coche sea más rápido así [con daño], de lo contrario, tenemos un problema.»
A pesar de este contratiempo, Leclerc sigue esperanzado por las perspectivas de Ferrari para el título este año, dada la promesa de rendimiento que ha exhibido. Sin embargo, señaló la necesidad evidente de mejorar el ritmo en la clasificación, que falta significativamente.
En contraste, la brecha de ritmo entre el Ferrari dañado de Leclerc y el Ferrari de Hamilton ha dejado a Vasseur perplejo. Este último, a pesar de mostrar una excelente gestión de neumáticos el día anterior, tuvo dificultades para mantenerse al ritmo de Leclerc. Hamilton admitió que los cambios en la configuración posteriores a la carrera sprint, que estaban destinados a mejorar el rendimiento de su coche, fueron perjudiciales, haciendo que el coche fuera «realmente, realmente difícil de manejar.»
En conclusión, el triunfo de Leclerc en el Gran Premio de China, a pesar de los contratiempos, refleja su destreza al volante y la agudeza estratégica de Ferrari. Sin embargo, hay lecciones que aprender, especialmente para Hamilton, quien sin duda buscará recuperarse en las próximas carreras.