En la secuela de la reciente carrera Shriner’s Children 400, la NASCAR Cup Series se ha encontrado una vez más en medio de la controversia provocada por la piloto inglesa Katherine Legge. La entusiasta de los deportes de motor de 44 años, quien estuvo involucrada en un choque que afectó al Chevrolet No. 99 de Daniel Suarez, ha expresado su descontento acerca de los cambios en las políticas de práctica de NASCAR después del COVID-19.
El núcleo de la crítica de Legge radica en el marcado contraste entre las sesiones de práctica antes y después del COVID. La pandemia hizo necesario reducir el tiempo de práctica asignado a los pilotos, una decisión que inicialmente se justificó por preocupaciones de seguridad. Sin embargo, a medida que la situación evolucionó, el organismo regulador no revisó el tiempo de práctica, creando una brecha dentro de la comunidad de la Cup Series. Legge, junto con otros pilotos prominentes, ahora está levantando preocupaciones sobre este asunto.
Legge, quien fue advertida por su competidor Kevin Harvick sobre ser ‘lanzada a los lobos’, se encontró lidiando con los exigentes estándares de la Cup Series a pesar de una preparación adecuada. La experiencia de Legge incluyó competir en un evento de ARCA en Daytona, tiempo en simulador en Richard Childress Racing y práctica en pits para Hendrick Motorsports. Sin embargo, el tiempo de práctica restringido, especialmente en el contexto del coche Next-Gen, resultó ser insuficiente, lo que llevó a un desempeño desastroso de Legge.
Antes de la pandemia, NASCAR tenía una política de pruebas abiertas que permitía a los equipos prácticamente un tiempo de prueba ilimitado. La abrupta terminación de esta política ha sido citada por Legge como la causa raíz de sus dificultades con el coche Next-Gen. «Entiendo cómo avanzar a través de las series de ascenso, pero el coche de la NextGen Cup no se conduce como un Xfinity o un camión en absoluto… Para obtener experiencia, tienes que hacer las carreras», explicó Legge.
La desafortunada carrera de Phoenix vio a Legge luchando por controlar el ritmo de su Chevrolet No. 78, lo que llevó a un grave accidente en la vuelta 215. El incidente desató una tormenta de controversia y críticas en línea, dejando a Legge «amargamente decepcionada». Sin embargo, encontró apoyo en sus compañeros, con veteranos de las carreras uniéndose a su causa. Daniel Suárez, a pesar de estar involucrado en el accidente, empatizó con la situación de Legge, mientras que Dale Earnhardt Jr criticó a NASCAR por la preparación inadecuada de los pilotos.
A pesar de la reacción negativa, la participación de Legge en la Copa Series tiene un significado simbólico. Ella es la primera atleta femenina en competir en una carrera de la Copa Series desde Danica Patrick en 2018, reavivando así una tradición de mujeres pilotos en NASCAR. En medio del caos y la controversia, Legge encuentra consuelo en la inspiración que brinda a las jóvenes que aspiran a dejar su huella en los deportes de motor.
Con la vista puesta en lograr más en NASCAR, la historia de Legge vuelve a poner el foco en la responsabilidad del organismo regulador de garantizar un tiempo de práctica adecuado para los pilotos. El drama que se desarrolla seguramente mantendrá a los aficionados de NASCAR al borde de sus asientos, mientras el mundo espera ver cómo la organización aborda el problema.