El mundo automotriz zumbaba de emoción a medida que los rumores del regreso de Lancia al rally alcanzaban un punto álgido. No se trataba de una especulación ociosa; los aficionados de todo el mundo no podían evitar imaginar los icónicos Fulvias rojos, los Stratos de la marca Alitalia y los 037 y Deltas decorados con Martini de vuelta en acción. Y luego, llegó la noticia oficial: después de 30 años de letargo, Lancia estaba reviviendo sus raíces en el rally.
En Balocco, donde tuvo lugar el anuncio, había vislumbres de lo antiguo y lo nuevo. De un lado estaba el Ypsilon HF totalmente eléctrico, adornado con el histórico emblema del elefante. En el centro, el campeón de rally en dos ocasiones, Miki Biasion, subió al escenario, un vínculo viviente con los días de gloria de Lancia. Pero la gran revelación estaba a la derecha: un modesto Ypsilon Rally4, señalando la «humilde» reentrada de Lancia en el rally. No había aquí un vehículo extravagante de alto nivel, sino un coche Rally4 destinado a niveles nacionales y continentales.
Lancia puede seguir siendo la marca de rally más exitosa de la historia, pero su enfoque actual es calculado. Según Biasion, Rally1 es prohibitivamente caro, incluso para un fabricante con legado. Como explicó Charles Henri Fuster, jefe global de marketing de Lancia, Stellantis—el conglomerado que posee Lancia—exige un claro retorno de la inversión antes de comprometerse. Rally4, elabora Fuster, ofrece a Lancia un camino rentable para probar las aguas y revivir el legendario apodo HF, un movimiento que muchos ven como estratégico e inesperado.
Las ambiciones de rally de Stellantis ya se extienden a través de marcas, con el C3 Rally2 de Citroën, el Peugeot 208 Rally4 y el Corsa Rally4 de Opel liderando la carga. Sin embargo, para una marca con el pedigrí de Lancia, Rally4 se siente como un paso tentativo en lugar de un regreso triunfal. Franzetti, jefe de la nueva unidad de rally Lancia HF Corse, insinuó que un salto a categorías de rally más altas podría ser posible si la FIA hace que el rally de alto nivel sea más viable económicamente.
Para Franzetti, el sueño a largo plazo sigue siendo el WRC. “Incluso si somos la marca con el mayor número de títulos, estamos regresando con cautela”, dijo. Su mensaje a la FIA es claro: regulaciones más accesibles y costos más bajos podrían abrir puertas para el renacimiento de Lancia en el WRC. Rally2 actualmente presenta el equilibrio más “inteligente” entre costo y rendimiento, pero para la histórica marca italiana, la decisión de la FIA sobre las futuras regulaciones del WRC podría ser el factor decisivo sobre si se comprometen o no con la categoría superior.
Mientras que el Ypsilon HF de próxima generación debutará en los circuitos de Rally4 en 2025, el mundo del rally se queda a la espera. Lancia no ha cerrado completamente la puerta a la gloria del WRC. En cambio, se encuentra en el umbral, esperando que la FIA haga que el campeonato sea lo suficientemente accesible para que pueda cruzar una vez más. Como dijo Miki Biasion con tanta pasión: “Si la FIA va a cambiar algo, soñemos.”