El paddock de la Fórmula 1 se encuentra en medio de una sorprendente renovación de liderazgo, ya que los veteranos se hacen a un lado, despejando el camino para que una nueva generación guíe a algunos de los equipos más ilustres del deporte. La reciente salida de Christian Horner de Red Bull ha abierto la puerta para Frederic Vasseur y Andrea Stella, posicionándolos entre los operadores clave en la Fórmula 1.
La abrupta salida de Horner ha borrado, casi de la noche a la mañana, veinte años de su huella, dejando a Toto Wolff como el único peso pesado que aún está en el juego a largo plazo; ha dirigido Mercedes desde enero de 2013. Ahora que Vasseur ha sido juramentado en Ferrari y Stella en McLaren, ambas organizaciones enfrentan un momento delicado en el que una nueva visión debe traducirse rápidamente en éxito en la pista.
Aunque Vasseur comenzó formalmente su mandato en Ferrari el 9 de enero de 2023, los observadores ya están trazando paralelismos con Stella, cuyo período en McLaren comenzó alrededor del mismo tiempo. Con informes que sugieren que Stella apunta a títulos consecutivos y quizás a una tercera corona poco después, la presión sobre estos nuevos líderes no podría ser mayor, haciendo que cada decisión estratégica y metodología de parada sea un posible punto de inflexión en la imagen del campeonato.
La Fórmula 1 ha entrado en un capítulo inusualmente turbulento, donde la estabilidad se siente casi exótica. Casi la mitad de la parrilla cambió de directores de equipo durante la temporada 2025, con Aston Martin, Kick Sauber, Alpine, Red Bull y Racing Bulls entre ellos, dejando a gerentes como Frédéric Vasseur y Andrea Stella corriendo contra el reloj para demostrar su valía.
El director ejecutivo de Ferrari, Benedetto Vigna, no ha ocultado los ambiciosos objetivos que espera que su equipo alcance, poniendo una urgencia adicional sobre Vasseur para elevar a su organización de respetable a victoriosa. A medida que avanza el tiempo en los túneles de viento, las sesiones en pista y las salas de juntas, estos recién llegados llevan el peso de sus marcas y la incertidumbre de cien innovaciones rivales.