El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, ha sugerido que la Fórmula 1 (F1) debería contemplar volver a los motores V10, pero con un giro: estos motores deberían funcionar con combustible sostenible. Esta propuesta surge en medio de la transición del deporte hacia un futuro más sostenible, con planes de utilizar combustible totalmente sintético a partir del próximo año.
Este cambio en el tipo de combustible es parte de una transformación más amplia en la fórmula de motores de la F1. El nuevo esquema verá una división casi equidistante entre la potencia derivada de un motor de combustión interna V6 y un motor eléctrico MGU-K mejorado. Esta modificación significa que el motor eléctrico será más potente, contribuyendo así a un aumento en el rendimiento general de los coches de F1.
La sugerencia de Ben Sulayem de reconsiderar los motores V10, aunque sea con combustible ecológico, es intrigante. Combina la potencia bruta del pasado con la sostenibilidad del futuro, ofreciendo un camino potencial interesante para el deporte.
En esencia, la nueva fórmula de motores tiene como objetivo equilibrar potencia y sostenibilidad. Al integrar un motor eléctrico más potente, la F1 sigue avanzando en su compromiso de reducir su huella de carbono. Mientras tanto, el uso de combustible sintético refuerza aún más este compromiso, ya que es una opción más respetuosa con el medio ambiente en comparación con los combustibles tradicionales.
La idea de volver a los motores V10 funcionando con combustible ecológico seguramente generará conversaciones entre los entusiastas de la F1 y los interesados por igual. Si se convertirá en una realidad, solo el tiempo lo dirá. Sin embargo, el hecho de que se esté considerando destaca el esfuerzo continuo del deporte por unir el rendimiento con la conciencia ambiental. Este compromiso constante con la sostenibilidad subraya el enfoque visionario de la F1, incluso mientras contempla volver a elementos de su pasado.