El presidente de Joe Gibbs Racing, Dave Alpern, ha desatado una avalancha de críticas hacia la decisión de NASCAR de penalizar a su equipo con una multa de $100,000 y una sustancial deducción de puntos. Esto sigue a una supuesta modificación en el alerón del Toyota No. 19, conducido por Chase Briscoe, durante la apertura de la temporada 2025.
Briscoe había comenzado su temporada de manera prometedora, asegurando una posición de pole en el Daytona 500 y terminando en cuarto lugar. Sin embargo, las sanciones de NASCAR rápidamente eclipsaron el éxito inicial. El organismo sancionador le descontó al piloto 100 puntos y 10 puntos de playoff por supuestas alteraciones en el alerón, un componente de proveedor único. Esto fue seguido por una pesada multa financiera para el equipo y una suspensión de cuatro carreras para el jefe de equipo James Small.
Alpern compartió sus quejas sobre la penalización L2 durante una entrevista con Sirius XM NASCAR Radio. Sus comentarios han encendido un acalorado debate dentro de la comunidad de NASCAR, que espera ansiosamente el resultado de la apelación de Joe Gibbs Racing.
El organismo sancionador afirma que la base del alerón del Toyota No. 19 fue manipulada, lo que podría resultar en una reducción de la resistencia, mejorando potencialmente el rendimiento y la velocidad máxima del vehículo. Esto podría ser particularmente ventajoso en el Daytona International Speedway, donde los pilotos rara vez tienen que levantar el pie del acelerador debido a las altas inclinaciones de la pista.
Sin embargo, Alpern negó enérgicamente estas acusaciones. Argumenta que el alerón fue instalado legalmente y pasó todas las inspecciones antes y después de la carrera. Explicó que cualquier desalineación de los agujeros de los tornillos fue el resultado de una instalación imperfecta, no de un intento de modificar la pieza.
La controversia recuerda a un incidente similar en 2022 cuando NASCAR penalizó a Kevin Harvick y su equipo por modificar una pieza de fuente única. La sanción resultó en la pérdida de 100 puntos para el piloto y el propietario, y una suspensión de cuatro carreras para el jefe de equipo Rodney Childers.
Alpern acusó a NASCAR de reciclar la misma justificación utilizada en el caso de Harvick, afirmando que los alerones de otros equipos probablemente revelarían variaciones similares en los agujeros. Sin embargo, el resultado de la apelación de Joe Gibbs Racing sigue siendo incierto. En este momento, Briscoe está en números rojos por 67 puntos y está a 118 puntos del líder Ryan Blaney después de solo dos carreras.
A pesar de la tarea desalentadora que tiene por delante, Briscoe se mantiene optimista. Expresó su emoción por la temporada y su creencia en su capacidad para ganar un campeonato. Sin embargo, su rendimiento en el AmBetter Health 400 de 2025 ha suscitado preguntas. Después de una fuerte carrera en el Daytona International Speedway, el ritmo de Briscoe en Atlanta no pudo igualar, planteando preguntas sobre el impacto del controvertido alerón.
La penalización de nivel L2 ha lanzado sin duda una sombra sobre las posibilidades de Briscoe de conseguir la Copa Bill France en el Phoenix Raceway. Sin embargo, en el mundo de NASCAR, nunca es demasiado pronto para descartar las aspiraciones de campeonato de cualquier piloto.