Roger Penske’s NASCAR Driver Escapes Consequences Once Again in a Shocking Display of Recklessness
En un giro escalofriante de los acontecimientos, Austin Cindric, el piloto de Roger Penske, se ha encontrado una vez más envuelto en controversia en la pista de carreras. A pesar de estar involucrado en una serie de incidentes este año, algunos de los cuales parecen ser deliberados, Cindric ha logrado evitar sanciones significativas.
El caos comenzó en COTA cuando Cindric chocó a Ty Dillon, resultando en una deducción de 50 puntos para el piloto y una multa considerable de $50,000. Muchos expresaron su preocupación de que sus conexiones y su nombre familiar lo protegieran de un castigo más severo, incluyendo una posible suspensión. Este incidente debería haber servido como un llamado de atención para que Cindric ejerciera precaución en la pista, especialmente considerando las implicaciones para su temporada debido a exenciones de playoffs y la arbitraje.
Sin embargo, el drama continuó en Martinsville, donde Cindric una vez más se encontró en un incidente relacionado con la carrera, esta vez involucrando a Riley Herbst. A pesar del alboroto que rodeaba la carrera de Xfinity, las acciones cuestionables de Cindric parecían evadir el foco de atención. Los periodistas en el Darlington Raceway presionaron a Cindric por respuestas sobre el incidente, a lo que él se distanció de cualquier culpabilidad.
Durante el incidente en la vuelta 202 en Martinsville, Cindric fue atrapado entre A.J. Allmendinger y Riley Herbst en un escenario de tres coches en ancho. Mientras Allmendinger y Herbst levantaron el pie del acelerador para navegar la curva, Cindric retrasó su entrada, chocando finalmente con el coche de Herbst. La naturaleza del contacto suscitó sospechas de mala conducta intencionada, ya que Cindric podría haber evitado potencialmente la colisión.
A pesar de reconocer que podría haber manejado mejor la situación, Cindric se mantuvo desafiante, afirmando que no le preocupaban las opiniones de los demás y que estaba enfocado en reparar su relación con Herbst. Sin embargo, no todos fueron tan indulgentes, ya que Denny Hamlin, el ganador de la carrera en Martinsville, criticó abiertamente las acciones de Cindric en la pista.
Hamlin expresó su desaprobación por las tácticas agresivas de Cindric, etiquetándolo como un «delincuente reincidente» y advirtiendo sobre el establecimiento de un precedente peligroso. Aunque algunos pueden argumentar que el incidente fue un accidente de carrera, Hamlin creía que era un acto deliberado por parte del piloto de Team Penske. La tensión creciente en torno al comportamiento de Cindric ha suscitado preocupaciones dentro de la comunidad de NASCAR sobre la responsabilidad y el espíritu deportivo en la pista.