Aficionados de la Fórmula 1, el MCL39 de McLaren está bajo el foco, con sus primeras deficiencias saliendo a la luz. A pesar de la victoria arduamente ganada del equipo en el campeonato de constructores del año pasado, McLaren eligió renovar su coche de F1 durante el invierno. El objetivo era crear más espacio para el desarrollo y la mejora. Sin embargo, parece que el camino hacia la perfección no está exento de baches.
El piloto de McLaren, Lando Norris, ha señalado un problema que podría ralentizar la carrera del MCL39 hacia el éxito. El problema radica en la parte trasera del vehículo. La exploración del equipo durante las pruebas de pretemporada ha revelado que el coche está luchando más de lo anticipado con su parte trasera. Sin embargo, Norris fue rápido en afirmar que la situación no está activando ninguna alarma importante.
Norris declaró: «Se siente similar [al coche del año pasado], lo cual es un comienzo alentador.» También señaló que el enfoque del equipo no había sido una renovación significativa, sino más bien en mejorar la velocidad y carga general del coche. El enfoque, añadió, seguía siendo mejorar ciertas áreas más que otras.
Según Norris, la parte trasera del coche ha sido una fuente de preocupación menor en la fase inicial de pruebas. Sin embargo, se mantuvo confiado en que el equipo podría abordar rápidamente el problema utilizando herramientas de configuración. Enfatizó que el equipo no estaba demasiado preocupado en esta etapa, afirmando: “No estamos mirando el rendimiento absoluto.»
De hecho, Norris parecía bastante optimista sobre las perspectivas del MCL39, expresando que, aunque no esperan estar muy por delante de la competencia, su objetivo es mantenerse firmes y ser competitivos desde el principio.
Notablemente, el rendimiento en pista de McLaren ha sido impresionante, a pesar de la posible inestabilidad trasera. Las impresiones en pista sugieren que cualquier inestabilidad es manejable, con el piloto generalmente capaz de operar de manera efectiva dentro de estos límites. Se cree que el equipo está trabajando diligentemente en ajustes de configuración para corregir la inestabilidad.
Sin embargo, también vale la pena señalar que lograr un equilibrio perfecto en el automóvil es un desafío significativo. Crear una ligera inestabilidad en la parte trasera puede resultar beneficioso, permitiendo al conductor rotar el automóvil, pero demasiado podría resultar problemático. A medida que avanzamos, será interesante ver cómo McLaren aborda este problema y cómo se desempeña el MCL39 en la prueba de mañana.
En conclusión, aunque la inestabilidad trasera del McLaren podría ser un punto de preocupación, está lejos de ser un factor decisivo. El compromiso del equipo para mejorar y desarrollar su automóvil es encomiable. Como dijo Norris, el objetivo no es ser el mejor absoluto, sino ser competitivos y llevar la lucha a sus rivales, una mentalidad que les ha servido bien en el pasado y es probable que lo haga en el futuro también. Mientras esperamos que se asiente el polvo, solo podemos especular sobre el rendimiento del MCL39. ¿Estará a la altura del legado de su predecesor? Solo el tiempo lo dirá.