Montando una ola de buena fortuna tras una exitosa estancia en Las Vegas, el piloto de NASCAR Denny Hamlin sufrió un aterrador contratiempo cuando su opulenta residencia en Carolina del Norte escapó por poco de un grave incendio. Hamlin, una figura popular en el equipo Joe Gibbs Racing, había convertido recientemente una inversión inicial de $11,000 en una fortuna en un casino de Las Vegas, demostrando que su suerte se extendía más allá de la pista de carreras. Desafortunadamente, su racha ganadora se vio interrumpida por un inquietante incidente en su hogar.
Hamlin, un competidor experimentado con 54 victorias en la Copa Series a su nombre, vive en una extensa casa frente al lago de 30,000 pies cuadrados en un terreno de 2.8 acres en Lake Norman, Carolina del Norte. La lujosa propiedad, que inicialmente se valoró en $1.375 millones, ha visto numerosas mejoras desde su finalización en 2016. Con seis dormitorios, siete baños y dos medios baños, la propiedad ahora está valorada en impresionantes $9.7 millones. Hamlin comparte esta residencia palaciega con su pareja, Jordan Fish, y sus hijas, Molly y Taylor.
Esta idílica vida familiar estuvo a punto de ser interrumpida cuando una cortadora de césped en la residencia de Hamlin se incendió. El sorprendente incidente ocurrió poco después de su triunfante regreso de Las Vegas, donde había ganado aproximadamente $330,000. Hamlin compartió el alarmante incidente con sus seguidores en Instagram, publicando videos de un gran parche de su césped en llamas, peligrosamente cerca de su hogar. El amenazante fuego, evocador de un infierno bíblico, fue afortunadamente controlado y extinguido, dejando atrás un recordatorio carbonizado de la cercanía del peligro.
En una historia posterior de Instagram, Hamlin reveló la causa del incendio con una explicación sucinta: «La cortadora de césped se incendió.» La gratitud por la rápida respuesta de los servicios de emergencia era evidente mientras capturaba imágenes de ellos trabajando diligentemente para apagar los restos del fuego.
El abrupto cambio de los altos de un jackpot en Las Vegas a la angustiante casi pérdida en su hogar subraya la naturaleza caprichosa de la fortuna. Hamlin, quien evidentemente había agotado su suerte en las máquinas tragamonedas, tuvo la fortuna de haber detectado el peligro a tiempo y evitar una situación potencialmente catastrófica.
El incidente sirve como un recordatorio contundente de la imprevisibilidad de la vida, incluso para aquellos que aparentemente están en una racha ganadora. Le deseamos a Denny Hamlin y su familia seguridad y éxito continuos, tanto en la pista de carreras como fuera de ella.