Max Verstappen enfrenta una sorprendente penalización en el Gran Premio de Brasil tras una desastrosa clasificación
En un giro sorprendente en el Gran Premio de Brasil, el actual campeón de F1, Max Verstappen, ha recibido un importante revés que podría poner en peligro sus ambiciones por el título. El anuncio de la FIA llegó después de que una sesión de clasificación desastrosa dejara al estrella de Red Bull rascándose la cabeza en incredulidad. Luchando por encontrar ritmo, Verstappen terminó en una sorprendente posición 16, junto a su compañero de equipo Yuki Tsunoda, quien también fracasó en avanzar a Q2.
El desastre en la clasificación se vio agravado por una decisión controvertida de Red Bull de cambiar la unidad de potencia y la configuración del coche de Verstappen, violando las regulaciones de parc fermé. Este audaz movimiento significa que el cuatro veces campeón del mundo ahora tendrá que comenzar desde el pit lane, presentándole un desafío monumental antes de la carrera. Las reglas de «parque cerrado» están diseñadas para evitar que los equipos realicen modificaciones ilegales después de la clasificación, pero la audaz estrategia de Red Bull ha colocado a Verstappen en una situación precaria.
La FIA confirmó que el coche de Verstappen contará con un motor de combustión interna (ICE) completamente nuevo, un turbocompresor (TC), una unidad generadora de motor-calor (MGU-H), una unidad generadora de motor-cinético (MGU-K), un almacenamiento de energía (ES), electrónica de control (CE) y un sistema de escape (EX), todos reemplazados bajo las controvertidas condiciones de parc fermé. Esta revisión radical, combinada con cambios no autorizados en su configuración de suspensión, ha llevado a una necesidad inmediata de que comience la carrera desde una desalentadora posición en el pit lane.
Después del debacle en la clasificación, Verstappen expresó su frustración, afirmando: “Puedo olvidarme de eso. Desde donde estamos empezando, eso no va a funcionar. Y con este tipo de actuaciones, quiero decir, olvídalo.” Su desánimo era palpable mientras lamentaba la falta de agarre y el rendimiento general de su RB21, declarando: “Simplemente no hay agarre. Cambiamos algunas cosas en el coche y no funcionó, así que eso es algo que necesitamos resolver.”
A pesar de la sombría perspectiva de Verstappen, hay un rayo de esperanza de que los cambios realizados en su coche podrían provocar una remontada durante la carrera. Sin embargo, con la presión aumentando y las aspiraciones de campeonato en juego, el piloto holandés enfrenta una batalla cuesta arriba en la icónica pista de Interlagos.
Sumando al drama, el compañero piloto Esteban Ocon del equipo Haas también está listo para comenzar desde el pit lane después de instalar un nuevo ICE en circunstancias similares y controvertidas. Mientras los aficionados esperan ansiosamente la carrera, la tensión es palpable: ¿se elevará Verstappen a la ocasión o este contratiempo significará el fin de sus sueños de campeonato? El Gran Premio de Brasil promete ser un espectáculo emocionante, y todos los ojos estarán en el pit lane mientras se desarrolla el drama.








