En una decisión histórica, la FIA ha declarado que la electrificación de la Fórmula 1 es innegociable para el futuro del deporte. Después de intensas discusiones en Bahréin, se ha confirmado que los motores híbridos seguirán desempeñando un papel crucial en las próximas regulaciones de unidades de potencia.
La reunión, encabezada por el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, contempló la posibilidad de que las unidades de potencia V10 regresaran a la escena de las carreras. Sin embargo, los principales interesados, incluidos el CEO de F1, Stefano Domenicali, y representantes de importantes fabricantes como Mercedes, Ferrari y Red Bull-Ford, han acordado unánimemente mantener las regulaciones híbridas de 2026. Este movimiento ha logrado atraer a marcas reconocidas como Audi y Honda para unirse a la parrilla de F1.
La FIA enfatizó que «la electrificación siempre será parte de cualquier consideración futura», insinuando un compromiso a largo plazo con prácticas sostenibles y ecológicas en el deporte. Los planes para la fórmula del motor más allá de 2031 ya están en marcha, con un posible compromiso sobre la mesa que involucra una mezcla de motores V10 y sistemas KERS, aunque los desafíos relacionados con la distribución del peso siguen siendo un obstáculo significativo.
Además, la implementación de combustibles sostenibles en 2026 ha sido considerada «imperativa» para las futuras regulaciones. La FIA es firme en su postura sobre la reducción de costos en el desarrollo de trenes motrices para garantizar la estabilidad de la Fórmula 1 en medio de las incertidumbres económicas globales.
El departamento técnico de la FIA, en colaboración con los principales interesados, ha invertido un tiempo sustancial en dar forma a las regulaciones de 2026 centradas en unidades de potencia híbridas que utilizan combustibles 100% sostenibles. Estas regulaciones no solo han atraído a nuevos fabricantes al deporte, sino que también han preparado el escenario para emocionantes encuentros de carreras en los próximos años.
Los esfuerzos para cerrar la brecha de rendimiento entre los fabricantes de unidades de potencia están en curso, con el objetivo de prevenir la dominación de un equipo similar al éxito temprano de Mercedes en la era híbrida. Se están explorando medidas potenciales como permitir el desarrollo en temporada bajo el límite presupuestario del motor para nivelar el campo de juego y mejorar la competencia en la Fórmula 1.
El futuro de la F1 es eléctrico y sostenible, con un enfoque claro en la innovación, la igualdad de rendimiento y la eficiencia de costos. Los aficionados pueden anticipar una era emocionante por delante, caracterizada por tecnología de vanguardia y una feroz competencia en la pista.