La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) llevó a cabo un dramático operativo en la sede de Rahal Letterman Lanigan (RLL) Racing para IndyCar e IMSA cerca de Indianápolis el miércoles, lo que desató una amplia especulación y preocupación dentro de la comunidad del automovilismo. Se informó que al personal se le ordenó alejarse de las computadoras y dispositivos electrónicos mientras los agentes del FBI ejecutaban la operación, que se desarrolló en las instalaciones de última generación recién inauguradas del equipo en Zionsville.
Según múltiples informes, se cree que la investigación se centra en alegaciones que involucran a un empleado que pasó de Andretti Global a RLL, con preocupaciones de que información confidencial pudo haber sido transferida de manera inapropiada durante la transición. Mientras que Andretti Global ha declinado comentar sobre la situación, la implicación de un posible robo de propiedad intelectual ha enviado ondas de choque a través de la industria del automovilismo.
RLL Racing, co-propietario del ex campeón de IndyCar Bobby Rahal, el icónico presentador de televisión David Letterman, y el empresario y patrocinador de carreras de larga data Mike Lanigan, emitió una breve declaración el miércoles por la noche reconociendo la presencia del FBI y su cooperación con la investigación:
“Estamos cooperando plenamente con los investigadores. Dado que esta es una investigación en curso, estamos limitados en la información que podemos compartir en este momento, pero tenemos la intención de proporcionar información adicional tan pronto como podamos.”
El alcalde de Zionsville, John Stehr, confirmó la participación del FBI y señaló que la policía local asistió con la operación, manteniendo la seguridad fuera de las instalaciones mientras los agentes federales realizaban su búsqueda en el interior.
La redada se produce justo un año después de la apertura de la amplia instalación de 100,000 metros cuadrados de RLL, que alberga tres equipos de IndyCar y la división de automóviles deportivos IMSA afiliada a BMW. El momento y la naturaleza de la investigación han lanzado una sombra sobre el reciente crecimiento y las ambiciones del equipo.
A medida que avanza la investigación, las implicaciones más amplias para RLL Racing y sus socios siguen siendo inciertas. Las acusaciones de robo de propiedad intelectual, si se demuestran ciertas, podrían tener graves repercusiones no solo para los individuos involucrados, sino también para la integridad competitiva de los equipos. El mundo del automovilismo estará observando de cerca a medida que surjan más detalles sobre esta batalla legal de alto riesgo.